En honor a mis abuelos (nunca les enseñe este relato)
La mesa de mi abuela siempre estaba llena de cosas o como ella las llamaba "reliquias", tan solo era el bote de colacao con el logo de la guerra civil, que al abrirlo te llevabas la alegría de estar lleno de galletas saladas, a su lado siempre hay una pequeña caja que nunca se ha abierto, pero sigue en el mismo sitio todas las navidades.
Siempre se encargaba de que en la mesa hubiese cosas mías y de mi hermana, como esa postal morada que hice en infantil con un enorme garabato que simulaba ser yo y mis abuelos, cerca estaba la bola de nieve con una foto de mi hermana y yo vestidas de uniforme del colegio y con los ojos casi cerrados por el flash.
La reliquia más preciada de mi abuela era su álbum de boda el cual no tardaba ni cinco minutos en sacarlo para enseñarnos lo guapa que iba y contarnos por decimoctava vez que el vestido se lo hizo su abuela.
Todos los objetos estaban encima de una mantilla blanca bordada, en la que debajo escondía el objeto más preciado de mi abuelo, su brasero, para el es religión tener encendido desde septiembre a junio, si fuese por el lo tendría todo el año, pero mi abuela nunca permitiría eso en su casa.
La cara de felicidad de mi abuelo al enseñarnos su colección de más de doscientos tronillos los cuales tiene ordenados en pequeños botes de mermelada, los mismos que usa para guardar nueces.
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relatos
Randomsimplemente son relatos míos escritos a lo largo del tiempo, aquí podreis encontrar reflexiones o historias extravagantes esta todo a la imaginación