5 - Chico malo de fin de semana

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— ¿Hay alguna razón en específico por la que me trajiste aquí esta noche? — preguntó la rubia.

Jake y Ashley se encontraban en la mesa de un club, cada uno con una cerveza vacía en la mano, la primera de la chica y la tercera del peliazul. Ashley se encontraba un poco preocupada por su amigo, era viernes en la noche y por más que no le molestaba salir a divertirse un poco con Jake, sabía que había algo más. Aprovechó que su novio fue a traerles más bebidas para hablar con su amigo.

— Los hombres son todos unos idiotas, eso es razón suficiente, Ash.

La rubia analizó por un minuto la vestimenta de Jake: una baby-t bastante ajustada con brillo, un pantalón de cuero falso que remarcaba sus piernas y una red que sobresalía del pantalón y le llegaba hasta por arriba del ombligo, remarcando su delgada cintura. Además, Jake estaba usando un poco de maquillaje, si, definitivamente algo pasaba

— Sí, lo sé — dijo la chica —. Pero algo me hace creer que ese idiota tiene nombre y apellido.

Jake la miró unos momentos, y no sabía si era por el enojo guardado o por las cervezas de más, pero soltó todo.

Luego de que Tom le dijera que lo quería la semana pasada, obviamente habían quedado en un momento tenso e incómodo, Jake tomó valor y le pidió explicaciones. No quería hacerse ilusiones, de verdad que no, pero el comportamiento de Tom lo confundía, sobre todo sus palabras.

— Le dije que yo también lo quería — confesó Jake —, pero no aclaré si como amigos o como algo más.

— Porque querías que él te lo dijera primero — concluyó Ashley.

— Exacto, no me iba a arriesgar a nada si después me iba a salir con que era un amor de amigos o alguna mierda así.

La granjera asintió de acuerdo.

— ¿Y qué te dijo?

— Nada — recalcó rotundo —, huyó, de nuevo, como siempre lo hace cuando está acorralado o se trata de mí.

Tom no le había respondido nada más luego de su confesión, simplemente había balbuceado que tenía algo que hacer, dejó el dinero en la mesa y salió despavorido del restaurante. Esa noche, con el corazón estrujado en su pecho, Jake se tomó un taxi hasta su departamento.

— Jake...

— Ahora no sólo responde cortante a mis mensajes, sino que canceló nuestra noche de comida china porque según él "no se sentía bien y no quería contagiarme si se trataba de un resfriado" — terminó de narrar con un tono peyorativo.

Ashley se mordió la mejilla, no había forma de defender la actitud del policía, pero tampoco quería que su amigo se tomara toda la barra por estar despechado.

— Tal vez deberías darle su espacio, espera a ver que te dice.

— Es exactamente lo que estoy haciendo, ¡pero es él el que sigue confundiéndome! — ahora Jake no sólo sonaba enojado, sino también triste —. Dijo que me quería en su vida y volví, dijo que lo mejor era ser amigos y estuve de acuerdo; le dije que quería seguir adelante, dijo que me apoyaba, pero ahora me quiere ¿qué más quiere de mi, Ash? Realmente quiero que esto funcione, yo también lo quiero en mi vida, pero no si va a hacer esto cada vez que las cosas se ponen confusas.

La rubia no sabía que contestar,ella tampoco entendía lo que Tom estaba haciendo. Tampoco quería darle una respuesta a su amigo en ese estado, ella también estaba molesta y sabía que su juicio podría nublarse por sus emociones contra el hombre que tenía a su amigo así.

Antes de que alguno pudiera decir algo más, Will llegó con un par de cervezas en sus manos, además de un trago rosa y anaranjado que ninguno había pedido.

(Boy)Friends | TomJake|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora