3 - Daniel, ex compañero de secundaria

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La tortura de Tom, llamada Jake hablando de lo maravilloso que era Alam, duró aproximadamente dos semanas más.

El viernes siguiente a su cita en el cine, Jake estaba tan emocionado que le contó todo con lujo de detalles: que lo llevó a ver una película de terror, y aunque al peliazul no le gustaban mucho, valió la pena porque Adam lo abrazó cada vez que se asustaba; Adam además le había comprado sus dulces favoritos. Luego, estaba tan emocionado que lo invitó a comer en su departamento, donde hablaron de todo hasta bien entrada la noche.

—... Y justo cuando Adam se estaba despidiendo en la puerta — decía el menor con gran ilusión — ¡me besó!

Tom casi se ahogó con un rollo primavera, por suerte no se lo había tragado.

— O-oh, eso no es — no sabía que decirle, las sensaciones en su pecho no lo dejaban pensar — ¿no es muy pronto?

Jake paró de parlotear y miró algo extrañado al policía.

— No lo creo, es decir, fue él quien se acercó — pensó un poco, a él le había gustado, por lo que no veía problema —. Y yo realmente lo quería, así que creo que está bien.

Tom lo miró con una mueca disconforme.

— Sólo digo, que para ser su primera cita, me pareció demasiado. Digo, no quiero pensar que se aprovechó de ti.

Jake se quedó en silencio unos segundos antes de empezar a reír. Tom no le veía lo gracioso.

— ¡Adam no podría aprovecharse de mí, Tom! — exclamó como si fuera lo más obvio —. Tengo 27 años, he tenido bastante experiencias con hombres en el pasado, incluyéndote, no soy un niño.

Tom se cruzó de brazos, algo molesto e incómodo de que Jake trajera a colación su ex relación cuando él sólo se estaba preocupando por él. ¿Acaso el menor no recordaba lo ingenuo que podía llegar a ser a veces?

— Yo jamás te hubiera besado en nuestra primera cita.

— Eso es porque no llegamos a tenerla, Tom, sin mencionar que sí nos besamos en el campamento.

— ¡Pero tú me besaste!

La expresión de Jake cambió rápidamente a una molesta, Tom quería cachetearse mentalmente.

— No te vi tan desacuerdo cuando lo hice — dijo en un tono acusador.

Tom tartamudeó, sin saber cómo salir de la situación en donde él mismo se había metido por hablar de más. Debería haberle dicho a Jake que estaba feliz por su beso con Adam, aunque no lo estuviera.

— ¡No lo estaba! Quiero decir, si lo quería, me tomó por sorpresa cuando lo hiciste, pero me gustó...

Sentía su cara caliente, por lo que decía estar tan rojo como Jake en ese momento. El peliazul lo miraba con los ojos muy abiertos y boqueando, ambos se habían ido por las ramas y la conversación escaló a lo que no debía.

— B-bueno, yo también lo quería — confesó el menor, pero rápidamente agregó algo para salir de ese momento incómodo —... al igual que quería que Adam me besara, por lo que no, no se aprovechó de mí, ¿si? Despreocupate.

Tom sintió como algo subía por su garganta ante lo que decía Jake, y cayó como un peso pesado a su estómago cuando trajo a colación nuevamente a Adam y su imprudente beso.

— Bien, lo siento — concluyó el policía, esperaba que Jake no notara la amargura en su voz. O que sí lo hiciera.

La conversación sobre Adam esa noche terminó allí, siguieron hablando de otras cosas y cuando Tom dejó a Jake en su hogar se despidieron como siempre.

(Boy)Friends | TomJake|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora