—Tranquila Blanquita, ya vamos a descansar.
Le dije acariciando su suave pelaje.
Llevábamos más de tres horas galopando , ya que el sol estaba pegando fuerte en el bosque.Tanto Blanquita como yo estábamos exhaustos.
—Mira Blanquita un arroyo , vayamos a beber agua .
La animé para que siguiese galopando hasta llegar a el.
Bajé de ella y la acerqué al agua cristalina para que bebiese de ella.
Una vez la yegua aplacaba su sed , me permití agacharme para refrescar mi cuello y mi cara , para posteriormente beber agua de entre mis manos.
Me dolian todos los músculos del cuerpo.
Incluso algunos que no sabía que estaban ahí.
—¿Deberia?.
Pregunté a mi mismo reflejo para inmediatamente despues negar con mi cabeza.— No , no es un buen momento para un chapuzón.
Quien sabe que peligros nos acechan por aqui y tenemos que buscar un sitio para pasar la noche.Agarré las riendas a la vez que acaricié su pelaje y volví a montar en ella, dejando mi arco y las flechas engachadas a su silla.
Llevaba ya un rato trotando , se me cerraban los ojos , estaba hambrienta y muy cansada.
Blanquita comenzó a relinchar nerviosa y eso me hizo sobresaltarme .
Miré hacia todos lados alarmada.
— ¿Que es eso?...¿Dónde narices estoy?.
Pregunté sin entender que tenia frente a mi.
Se abría un camino muy estrecho en el cual solo cabría una persona andando por el.
Todo su alrededor se cubrió de niebla , cosa que creo que era el motivo del nerviosismo de Blanquita.
Me bajé de ella y agarré sus riendas tirando de ella hacía delante.
—Shhhh , tranquila , no pasa nada , estás conmigo.
Dije , intentando tranquilizarla y hacerla avanzar por ese siniestro camino.
Quería saber que había al otro lado.
Tal vez lo tétrico solo estaba en mi imaginación.
Comenzamos a avanzar despacio por cada curva que nos guiaba hacia algún lado.
Blanquita tiraba de las riendas por la que la tenía agarrada.
Estaba claro que ella no queria avanzar.—Vamos , venga no ocurre nada.
Le hablaba suavemente pero ella no se tranquilizaba.
Frenaba mi paso para acariciar su pelaje e intentar relajarla , cosa que no ocurría. Con cada paso que daba , ella se ponía mas nerviosa aún.
La verdad que yo tambien me sentía inquieta, ya no era tan valiente.
Alli estaba en medio del camino , muerta de hambre, asustada y con ganas de volver a casa.Mi casa. Los ojos se llenaron de lágrimas al recordar todas las comodidades que ya no tendría y sobretodo el amor de mi padre.
—Padre...
Tragué saliva para acallar el llanto que atenazaba mi garganta, aspiré y al levantar mi cara , proseguí mi camino hacía delante.
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Bajo la sombra
AventuraUna escapada de una joven pone su vida y la de su guardián en riesgo. ¿Podrán salir airosos de los peligros que les acechan por culpa de una decisión irresponsable?.