My Little Storm

Cap III

– ¿Como me has llamado renacuajo? – preguntó Shawn molesto.

– Perdona, no era mi intención, esta mañana Robert y Britney estaban hablando y surgió tu nombre y lo dije sin pensar y yo....

– Espera – se alejó abruptamente de mi – ¿Conoces a Robert y a Britney? – dijo impresionado.

– Si, los conocí apenas llegue a la ciudad, somos una especie de amigos ahora – su rostro se puso pálido de repente.

– Dios mio, no les cuentes nuestro pequeño incidente – dijo apenado –: no sabía que eras amiga de Robert gatita.

– Yo eh, no se como tomarme esto – dije estupefacta :  hace unos segundos podía jurar que estabas intentando seducirme y ahora me dices que no cuente nada.

– Tengo un gran aprecio por esos gemelos, realmente no quiero que tengan una peor fama de mi, Robert es mi mejor amigo y su hermana es... – negó con la cabeza, intentando borrar alguna idea –: muy buena amiga mía también.

– Entiendo – asentí –: pero no entiendo el porqué eres un patán que ni siquiera es capaz de disculparse.

– ¿Me acabas de llamar patán, gatita? – asentí.

– Lo eres Shawn, una chica acaba de salir corriendo del baño avergonzada y a ti te ha importado una mierda, has intentado ligar conmigo a pesar de que hace 2 minutos estabas con alguien ahí y, para el colmo de los males, no se te ha ocurrido ni siquiera disculparte – le dije muy ofendida.

– Realmente me estas haciendo muy difícil el hecho de comportarme bien contigo – acerco nuevamente su rostro a mi, inconscientemente, mis ojos fueron a parar a sus labios.

Me preguntaba que se sentiría si moviera un poco la cabeza, si le besara.

Rápidamente borre esa idea de mi cabeza, Shawn pareció saber que estaba pensando, ya que sonrió arrogante.

– ¿Sabes que otra cosa me estas haciendo muy difícil, gatita? – negué lentamente –: me gustaría besarte.

– ¿Que? – pregunté shockeada –: ni se te ocurra hacer eso.

– ¿Seria tan terrible? – pasó su pulgar por mis labios –: yo siento que sería la misma gloria.

– Yo, eh – no supe que decir –: no besarias a una chica que acabas de conocer y que sabes que es amiga de los gemelos.

– Tienes razón – puso su mano en mi barbilla y me beso – para suerte mía, ellos ya no pueden tener peor opinión de mi.

Lo aparte de un empujón y limpie mis labios bruscamente.

– Eres un patán Shawn, un patán y un bruto – el sonrió.

– Me gustan las difíciles gatita – comenzó a caminar hacia la puerta, giro un poco su rostro hasta mirarme y me susurro –: vas a ser mía, ten eso por seguro.

Inmediatamente que Shawn saliera, Robert entró preocupado.

– ¿Te hizo algo? – preguntó preocupado, asentí con la cabeza.

– Me beso – dije casi en un susurro.

– ¿Qué? – Robert se quedó estupefacto – Realmente superó mis expectativas esta vez.

– Es un bruto – negué con la cabeza.

– Te juro que es un buen tío – me miró apenado – al menos la mayoría de las veces.

– Si tu lo dices – me encogí de hombros – ahora, si me permites, tengo que ir al baño.

– Claro – dijo sonriendo.