Capitulo 8

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Alek

El carmesí que tiñe mis manos una vez más provoca mucho en mi, y no es necesariamente algo que odio sino todo lo contrario, no me importa tenerlas manchadas de esa forma, lo disfruto, más aún el aroma ferroso que penetra mis sentidos, haciendo que inhale profundo.

El pañuelo generalmente blanco que siempre cargo en mi bolsillo, queda arruinado al limpiar con él no solo mis manos, sino también la vieja daga, esa que me pertenece desde que tengo memoria, observo como se arruino el trozo de tela, haciendo que no dude en arrojarla totalmente inservible.

-Limpien este lugar. - No espero que contesten, en lo que mis pasos resuenan al dirigirme a la salida.- Que preparen todo para volver a la empresa. -

Hacerme cargo de las insignificancias que puede fácilmente resolverlas Kuzma, me ayuda a distraer mi mente.

Los últimos tres meses han sido una carga todo por culpa de Leonid, está solo a una palabra para conseguir que lo deje postrado en una cama.

Ya no soporto su insistencia en un asunto que está más que claro que no voy a ceder. Si no lo da por finalizado, definitivamente firmará su sentencia. 

La luz artificial que ilumina el viejo almacén es apenas tenue, y el frío de la noche me envuelve al salir. Prendería un cigarro si tan solo me gustaran esas cosas. Pero lo encuentro totalmente repugnante.

Continuo hasta uno de mis hombres que ya me espera con un nuevo traje al subir a la camioneta, y no dudo en quitarme el saco y la camisa que quedaron completamente teñidos en rojo.

-Encarguense de que el mensaje sea transmitido. 

-Sí, jefe. - piensan que pueden merodear por mi territorio, y más que eso, joder mis negocios.

-Que Kuzma tenga todo listo.
- el amanecer ya está casi por hacer presencia, y no se deben descuidar los asuntos de la empresa. Pero al saber que nuevamente se estaban pasando de vivos en mi territorio, no dudé en salir y resolverlos yo mismo.

-Me informan que Nikita lo espera en el hangar. Ya tiene el avión listo para volver a Nueva York. - asiento distrayendo mi mente en mi móvil. Este chico ha estado este último tiempo muy distraído, su mente no es muy clara cuando está así, ni siquiera los dulces que se traga lo han ayudado.

No me interesa mucho cómo lo resuelva, solo sé, que se ha descargado con el trabajo haciendo muy bien su parte. Mantuvo en raya a los entrometidos.

Los mails de la empresa los contesto en lo que nos dirigimos a la pista privada. Kuzma envío los papeles que necesitaba y los aprobé al terminar de leerlos.

Leonid ya se encuentra en la nueva empresa, se ha estado haciendo cargo en lo que resolvía los asuntos por aquí.

Digamos que es un mal necesario, este hombre solo hace que quiera matarlo todo el tiempo. Pero es el mejor contador que tengo.

Una nueva notificación suena en mi teléfono y no dudo en revisarlo, no se ni porque es que tengo estas cosas, pero desde ese día no he dejado de ver las imágenes. Las paso una por una, y analizo cada una. Debería borrar esta mierda.

Decido que es suficiente y bloqueo la pantalla.

La pista se deja deja ver una vez que estamos cerca, y todo está listo.

-Jefe no se preocupe que ya tengo todo preparado. No sentirá las horas de viaje.

-Solo Cállate.

-Pero jefe, he preparado todo para que esté relajado y que baje fresco como una lechuga al llegar a la nueva empresa.

Sangre, Sutura y Secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora