Capítulo 10

54 11 5
                                    

Alek

El sonido de esos zapatos retumbando en el piso de mi oficina luego de abrirse la puerta los conozco.

Esa persona no debería estar aquí. Fulmino con la mirada a Leonid, porque sé que tuvo algo que ver con esto.

La rubia despampanante que mueve sus caderas mientras se dirige a mi, da un aire de superioridad.

-Señorita Markova - Leonid no duda en pararse y saludarla, no sucede lo mismo conmigo, ignoro completamente su presencia, estoy más concentrado en poder frenar este dolor de cabeza que se asienta cada vez más.

-Malfatty- es su única respuesta y se que espera que yo haga lo mismo. Que me levante y le rinda pleitesía. Es algo que no va a suceder jamás.

Continúo leyendo la documentación que informa respecto de los inconvenientes con el nuevo ingeniero. Al parecer ha encargado unas partes que no están llegando a tiempo para el ensamblaje, eso perjudica la producción y nos genera mayor gasto a cada minuto.

No tengo tiempo para atender a una niña mimada, que lo único que sabe hacer es gastar dinero.

-Alek, ¿no piensas saludar? La mujer afuera acaba de decir que se cancelara la cena.

-Así es. Si es solo eso, ahora vete, interrumpes mi trabajo.

-Sabía que lo harías, por eso vine aquí primero, como no habrá cena, almorzaremos.

Siento un pulso constante en la cabeza, este dolor no se irá.

-Isabella vete, no voy cenar y mucho menos almorzar contigo.

Leonid observa toda la situación, y esto es su culpa, acaba de ganarse todos los puntos para que ahora si lo mate.

-Alek, estoy seguro que los inversionistas entenderán que debas almorzar con la señorita. - el tick en mi ojo no lo puedo controlar.

-Claro no podrán negarse a que almuerces con la futura señora Itchenkova.

Eso es todo lo que necesito para levantarme arrojando todo a mi paso. Creo que puede ver la ira en mis ojos, Leonid retrocede llevándose a Isabella con él, pero ya es tarde.

Lo tengo del cuello, ejerciendo presión con una sola mano, todo esto es obra suya, no ha entendido todo lo que le dije, cree que cederé solo porque la trajo aquí.

-Te lo advertí Malfatty. No estoy interesado.

Las manos de Isabella se posan en mi brazo creyendo que conseguirá calmarme.

-Escucha bien esto Isabella, no estoy interesado en ti, no voy a casarme ni contigo ni con nadie.

Es una mujer que conoce bien dónde se mete, no hay una pizca de temor en su mirada, solo quiere creer que con sus encantos conseguirá algo conmigo.

-Suéltalo, me iré por ahora, veo que estás muy nervioso.

No suelto a idiota que dice ser mi amigo hasta que la veo dejar mi oficina. Hasta ese momento es cuando arrojo a Leonid al suelo, este se levanta acomodando su traje.

-No era necesario hacer eso, sabes lo que tienes que perder, no puedes seguir... - no lo dejo continuar mi puño se impacta en su rostro, haciendo que caiga una vez más.

El dolor de cabeza ya es una migraña; hay algo que es seguro, jamás pasará lo que pretende que haga.

Dejo la oficina abandonando al imbécil. Definitivamente estoy de mal humor.

-Martha, contacta a Kuzma. Y cancela todo para hoy, iré a la fábrica a solucionar los malditos problemas.

Con un demonio, todo debo hacerlo yo. Veinte minutos más tarde lo tengo a Kuzma, preparando todo para partir.

Sangre, Sutura y Secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora