Capitulo 11

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Alek

Cada día confirmo, que estoy rodeado de idiotas. Son unos incompetentes, que no saben dónde puede estar Nikita.

Ese maldito desgraciado, voy a internarlo en un psiquiátrico. No me preocupo precisamente por que se encuentre bien.

Debe hacer su trabajo y mantener vigilado los problemas, no generar nuevos.

Pero es un adulto y tiene que hacerse responsable de sus decisiones. Aparecerá como siempre lo hace.

Lo último que informaron sus hombres fue que lo vieron ingresar a un viejo lugar de peleas clandestinas.

Su mente no está bien últimamente y quizás fue la única manera que encontró de liberarse.

-En cuanto aparezca Nikita le informan que hoy saldremos. - es uno de mis mejores hombres, está enfermo de la cabeza, pero eso no quita que sea mi mejor arma.

Lo necesito fresco y atento a cualquier cosa que pueda surgir.

Este evento de recaudación es perfecto para mis planes. Puedo aprovechar y mover un poco de dinero.

El que Marcus me lo haya comentado es porque sabe lo que haré. No es ningún idiota, esta al tanto de quien soy. Y muere porque unos cuantos centavos míos pasen por sus manos, y podría darle la oportunidad de disfrutar un poco de su insignificante vida.

-Kuzma asegúrate de que Leonid prepare las sumas correctamente, hay que aprovechar esta ocasión.

-Claro, podrías hacerlo tú también. Si hay mujeres que están dispuestas a hacer lo que sea por dinero, porque no aprovecharlo.

No me interesan ese tipo de mujeres, está claro porque se van a prestar a esa mierda. Aunque no me molesta, no es algo que busque esta noche.

El smoking que usaré ya está listo en mi habitación. Los problemas en la fábrica aún no se resuelven del todo, pero al menos ya se consiguieron las partes correctas para el ensamblaje.

-Señor, ya apareció Nikita. Lo espera con el equipo en la camioneta.

-Bien, tengan todo listo. En cinco minutos bajo.

Asiente a mi orden y lo veo marcharse. No demoro nada en estar listo, coloco unos gemelos de oro en las mangas del traje en lo que ajusto mi rolex.

Compruebo que todo esté en orden una última vez y estoy listo para lo que imagino será la noche más aburrida de mi vida.

El aspecto de Nikita es distinto, se lo ve más relajado, incluso tranquilo, debió servir la noche de peleas que tuvo, los golpes en su rostro indican que fue algo serio.

No lo veo con sus dulces y eso es raro, siempre está comiendo alguno.

-Y a ti ¿qué te pasa?

-Nada jefe, ¿qué podría pasarme?

-Luces como si un camión te pasara por encima y a la vez tan relajado como si hubieras tenido una noche completa de sexo.

-Lo primero puede ser, la noche estuvo intensa, ese Club de pelea si es serio. En un momento creí que moriría, pero luego logré cambiar las cosas. Aunque igual termine en un callejón. - su parloteo sigue y sigue. - Pero puedo decir que ahora todo está bien, y el caramelo es mi aroma favorito.

No sé a qué viene eso último, hay muchas cosas que no entiendo de este chico.

-Bien, mientras mantengas tu mente en el trabajo, el resto no me importa.

-Sí jefe. - hace un saludo militar como si le diera una orden. - Debería preguntarle qué perfume usa.

Sigue murmurando cosas que ya no presto atención. Mira su teléfono y aprovecho de hacer lo mismo, compruebo que todo esté bien, y no encuentro nada nuevo.

Sangre, Sutura y Secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora