Capitulo 7.

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Las cosas han cambiado, el aire frío de Boston fue reemplazado por el cálido y acogedor viento de Brooklyn mientras desempaco mis cosas en la habitación que ahora será mi nuevo cuarto. El viento se colaba por mi ventana, alzando mi cabello ondeado.

En aquel momento me llegaba un poco más abajo de la cintura. Era bastante largo.

—¡Eskargo!

Escuché la voz de mi padre y dejé todo como estaba para bajar las escaleras. Al llegar abajo me lo encontré con seis tíos grandes de traje negro y cuatro mujeres que vestían un atuendo de sirvienta.

—¿Que pasa papá?

—Ellos serán nuestros guardaespaldas—señaló a los seis tíos—y ellas serán las encargadas de la cocina y las labores de la casa, Tesla, Amanda y Adriana

—¿Sirvientas? Yo puedo hacer todo eso papá, no tenías que...

—De eso nada Eskargo, la empresa me está dando buenos frutos y algún día serás la jefa—me interrumpió—necesitas ser una chica ejemplar una verdadera Villanof.

—S-si... papá.

—A partir de ahora me dirás padre y me tratarás de usted ¿Entendido?—asiento—bien, todo lo que conserves de tu madre será quemado esta tarde, puedes ir recogiendo sus cosas

Lo miré desconcertada, quería desacherse del recuerdo de mi madre. Solo han pasado unos días y ya está actuando como si nada.

—Pero papá yo...

—Padre, Eskargo, te quitaré sus cosas si no me las das—me da una mirada llena de rabia para después desaparecer en la cocina

Un estruendoso ruido me hizo abrir los ojos de golpe y quedarme sentada en la cama con el corazón latiendo a mil por hora.

¿Que fue eso?

Andaba en mi pijama de pantalón largo y blusa de tirantes, me puse una chaqueta para bajar y descubrir que fue ese ruido.

Estamos muy lejos de la ciudad como para llegar temprano al instituto, así que decidí quedarme en casa.

No sé si debería decirle hogar a este lugar, pero al menos estaba cómoda.

Me asomé en la cocina y no había nadie excepto por el desayuno que yacía en la mesa, son tres boles de cereal.

¿Pero que está pasando?

Me dirigí a la sala y ahí estaba Laura con un jarrón en la mano en posición para lanzarselo a Lester el cual estaba escondido tras del sofá.

—¡Respóndeme! ¡A que has venido! ¡Solo nos fastidiar la vida!—gritó Laura amenazante con el jarrón en la mano

—¡Cállate! ¡Vas a despertar a Eskargo y no creo que quieras que aprecie este espectáculo!—le decía Lester también a gritos ¿Donde quedó eso de vas a despertar a Eskargo?

—Esa niña te importa bastante ¿cierto? A pesar de decir que la odias no pareces muy arrogante con ella.

Mis ojos se abrieron a más no poder. ¿De verdad? ¿Le importo...a Lester? Imposible.

Puede que me esté ayudando de alguna manera a esconderme de mi padre pero eso no cambia nada. Sigue siendo el mismo ignorante que conocí en el pasillo.

Esta pelea no va a llegar a ningún lado aunque el show está interesante.

—Solo la estoy ayudando ¿o que te crees? Me encuentro una tía en la calle en la noche, sola, llena de moretones y golpizas ¿que querías que hiciera? ¿que lo dejara pasar?

Aprendiendo A AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora