La mordida

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Hermione:

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Hermione:

Mi reflejo en el espejo me asombraba; era increíble lo mucho que cambiaba con sólo unas gotas de maquillaje y un buen peinado. El vestido que llevaba puesto era precioso, de un hermoso azul celeste con pedrería que caía en cascada hasta el suelo, ajustándose a mi cintura. No tenía mangas y tenía un hermoso escote con mucho brillo.

—¡Granger! —escuché a Malfoy gritar desde la planta baja—. Te estoy esperando, recuerda que tenemos que llegar juntos.

Terminé de aplicarme el brillo labial y dejé un poco de comida para Crookshanks antes de salir de mi habitación y cerrar la puerta detrás de mí. Bajé las escaleras con cuidado.

Al pie de las escaleras, Malfoy me esperaba. "Madre mía, qué bueno está", pensé. Hoy llevaba uno de sus característicos trajes, pero este no era negro como los otros; era azul oscuro con una camisa negra de cuello y una corbata negra. Se veía magnífico.

"Por Dios, Hermione, ¿en qué estás pensando?"

—Al fin llegas. Nunca pensé... —Las palabras de Malfoy se quedaron a mitad mientras me recorría con sus ojos grises y fríos—. Demonios, Granger, harás que la comadreja se arrepienta de sus acciones —se acercó al pie de la escalera y me tendió la mano para ayudarme a bajar—. Que no se te suba lo que te voy a decir a la cabeza, pero te ves hermosa.

Sonreí por su comentario y él me devolvió el gesto.

—¿Lista? —me preguntó mientras me ayudaba a ponerme la túnica blanca que hacía juego con mi vestido.

—Siempre —respondí mientras me volteaba y le arreglaba la corbata.

Él me agradeció y salimos de la sala común en dirección al Gran Comedor. Cuando llegamos a la puerta de entrada, los maestros y estudiantes ya estaban esperando por nosotros. Como premios anuales y decoradores de la fiesta, era nuestro deber abrir el evento.

Entramos al Gran Comedor, el cual estaba decorado con elegantes tonos azules y plateados, creando un ambiente mágico y sofisticado. Las mesas estaban cubiertas con manteles azul celeste y candelabros plateados brillaban suavemente, reflejando la luz de los encantamientos flotantes en el techo. Todos los ojos se posaron en nosotros cuando avanzamos hacia el centro de la pista de baile.

Tomé aire profundamente y comencé el discurso.

-Buenas noches a todos. Quiero darles la bienvenida a este baile tan especial en el Gran Comedor de Hogwarts. Hace poco más de un año, este castillo fue testigo de uno de los momentos más oscuros de nuestra historia. Pero hoy estamos aquí para celebrar no solo la victoria sobre la oscuridad, sino también la resiliencia, la esperanza y el espíritu inquebrantable de todos nosotros. Durante el último año, hemos trabajado juntos para reconstruir no solo este castillo, sino también nuestras vidas. Hemos aprendido a sanar, a perdonar y a mirar hacia el futuro con optimismo. Y esta noche, al reunirnos para celebrar, demostramos que, a pesar de todo lo que hemos perdido, seguimos siendo una comunidad unida y fuerte.

La Reina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora