Arkan

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Draco:

La clase de Herbologia había comenzado hace unos 15 minutos, pero por alguna razón, cada palabra que sale de la boca de la profesora Sprout es inentendible para mi. De hecho, ni siquiera la estoy escuchando.

El beso con la rata de biblioteca sigue rondando en mi cabeza, repitiéndose sin cesar.

Merlín no permita que se entere de cómo la llamé.

El delicioso aroma de su excitación aún está impregnado en mi nariz, y sus ojos, llenos de aquel brillo especial, siguen grabados en mi mente.

Oculto la cabeza entre mis brazos cruzados sobre la mesa.

Me estoy enamorando de ella.

En serio, no me digas, ¡qué novedad!-Me reprocha Arkan, mi lado dragón.

Cuando los Malfoy llegamos a la edad de 15 años, nuestro lado dragón despierta junto con nuestras marcas de poder. Arkan y yo hemos estado juntos desde entonces.

—No tienes derecho a decir nada; fuiste tú quien la marcó en primer lugar —le recuerdo, conectándome mentalmente con él.

Ah, no, a mí no me vengas a culpar. Fuiste tú quien mandó a su conciencia de vacaciones y dejó a un dragón a punto de entrar en celo al mando. ¿Qué pretendías que pasara? Además, ella fue la que dijo que quería agradecerte.

Cerré la conexión con él. El maldito tenía razón. Y hablando de mi rata, me pregunto dónde se habrá metido; no la percibo cerca.

—Muy bien, chicos, para la semana que viene quiero un pergamino de 10 metros sobre el tema de hoy. Ya pueden irse —anunció la profesora Sprout.

Me levanto de la mesa con una extraña mezcla de alivio y frustración. Necesito encontrarla, saber dónde está y asegurarme de que está bien.

El pasillo está lleno de estudiantes que se apresuran hacia su siguiente clase, pero mis ojos están buscando una melena castaña inconfundible. Paso junto a un grupo de chicas de Hufflepuff que me miran con picardía, pero no me detengo.

Finalmente, la veo. Está de pie cerca de la entrada del invernadero, hablando con Potter y Weasley. Mi mandíbula se tensa al verlos juntos. Algo en la forma en que ella ríe me provoca una punzada de celos que me consume. se que ella y la comadreja decidieron no terminar su amistad con lo que paso, pero me molesta que el este cerca.

—Granger -la llamo, mi voz más áspera de lo que pretendía.

Ella levanta la mirada, sorprendida, y por un segundo, algo pasa por sus ojos, algo oscuro.

Me acerco a ellos y el primero que sale de lengua suelta es la comadreja.

-Que quieres, Malfoy?

-No es de tu incumbencia Weasley-le contesto empujándolo a un lado.

-Malfoy, que necesitas?-puedo notar el leve temblor de su cuerpo y su voz, aunque se esfuerce en disimularlo.

Malfoy, ah?

Cállate Arkan.

-Tenemos algo pendiente, te parece si vamos a la sala común?-le digo notando como se le sonrojan las mejillas y el olor de su excitación llega hasta mi nariz, ella esta tan ansiosa como yo.

-Claro-me dice mientras se gira hacia el dúo de idiotas que tiene de amigos-chicos tengo algunos trabajos como premio anual que debo hacer ahora, les parece si nos vemos en la cena?

Ellos estaban por responder, pero yo interrumpí.

-De echo, Granger, le he pedido a McGonagall, que nos permita tener la cena en la sala, ya que seguro estarás muy cansada para bajar al comedor después del trabajo que haremos-le respondí notando como su sonrojo llegaba hasta sus orejas.

La Reina Del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora