Cuidando a Mi Novio como un Pequeño Tesoro

CAPITULO 1

En una soleada tarde de primavera, Azul y Juan decidieron disfrutar del día en el parque. Extendieron una manta sobre el césped verde y dispusieron un pequeño picnic con sandwiches y jugo. Azul, nerviosa pero decidida, miraba a Juan con cariño mientras él mordisqueaba su sandwich.

"Mí Amor, últimamente estuve pensando mucho en decirte algo que no me animé hace mucho a decirte y no sé si deba", dijo Azul con un tono preocupado, jugueteando con un mechón de su cabello azul.

Juan dejó su sandwich a un lado y tomó la mano de Azul con ternura. "Mí vida, no tienes que preocuparte tanto. Sabes que cuentas conmigo en lo que sea, puedes contarme", respondió, mirándola amorosamente y prestando atención a cada palabra que salía de sus labios.

Azul se sintió un poco más aliviada por el apoyo de Juan y continuó: "Tengo que confesarte que soy ABDL, eso significa que me gusta comportarme como una bebé".

Juan quedó completamente asombrado por lo que acababa de escuchar. "Wow, mí amor, ¿lo dices en serio?", preguntó, con evidente sorpresa en su voz.

Azul asintió con la cabeza, sintiéndose un poco avergonzada pero aliviada de haber sacado eso a la luz. Juan continuó con curiosidad: "Entonces te gusta usar todo lo que sea de bebé, ¿como biberones, chupetes y pañales?"

Azul se ruborizó aún más por la vergüenza pero admitió con sinceridad: "Pues sí, me gusta mucho usarlos".

Juan, emocionado por la confesión de Azul, respondió con calidez: "Wow, mí vida, la verdad me tomaste por sorpresa, cariño. Pero quiero que sepas que te apoyo, mi niña".

Azul, ya no tan avergonzada y con una sonrisa radiante, se lanzó sobre Juan y lo abrazó con fuerza. Juan correspondió al abrazo con ternura y felicidad. Después de separarse, Azul miró a Juan con gratitud y dijo: "Muchas gracias por apoyarme, Amor, pero ahí no queda la cosa".

Juan la miró con curiosidad, preguntando: "¿Y qué más faltaría, mi vida?"

Azul, emocionada por compartir su deseo, dijo: "Lo que faltaría es que quiero que tú también estés conmigo en ABDL, que seas mi bebito".

Juan se sintió un poco avergonzado por la propuesta, pero también intrigado y curioso por lo que ello implicaba. Después de un momento de reflexión, sonrió y finalmente aceptó.

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