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Los cuentos de hadas y princesas son relativamente fáciles de relatar, existe una princesa o doncella, que se enamora de un príncipe, a veces sin saber que es un príncipe, pero se terminan enamorando y viven felices para siempre, al menos hasta ahí llegan las historias.

Algunas otras añaden hechizos, brujas que tratan de separar a la feliz pareja enamorada.

Lo logran, siempre los separan, al igual que ellos terminan estando juntos, por que de eso se trata las historias de amor, los cuentos comerciales, esos que te hacen creer que el amor existe, que gritas de emoción en ese primer beso de la feliz pareja.

Que te hace llorar cuando los separan, gritar nuevamente cuando lees "y vivieron felices para siempre".

Yoongi siempre fue una persona escéptica a todo eso, hablamos de siempre a su corta edad de dieciocho años, pero había vivido lo suficiente como para saber que ese amor bonito, no existía.

Hasta que lo vivió.

Pero esta historia aún no llega a eso, esto es solo el principio de todo.

Las personas eran crueles, así que comenzó a ser de esa forma, cuando cumplió sus veinte, había estado en la cama de cada chica que encontraba, palabras bonitas unos días y caían redondas a sus pies.

Hasta que llego esa chica, de la que todo el pueblo hablaba a sus espaldas.

¿Les suena familiar la historia?

Era hermosa, como una suave brisa del verano, tímida, siempre detrás de su madre, una mujer gruñona que no la dejaba ni a sol ni a sombra.

Pero Yoongi tenía formas, algunas maneras de conquistarla, tan solo dos semanas después la tenía en su cama, robando eso que la gente creía que les daba el valor a las mujeres, solo a ellas, los hombres entre más encuentros tuvieran, más hombre era.

Dejo de hablarle más pronto de lo que tardo en llevársela a la cama.

El pálido estaba aburrido, ya no había nadie con quien pudiera divertirse y algunas chicas no lo dejaban en paz para volver a estar en su cama.

Pero nada que le interesara.

Paseaba por las calles, vio a un chico, no hasta ahora no le había interesado estar con ningún hombre, pero si ya no había más mujeres, quizá divertirse con chicos estaría bien.

- Hola bonito, no te había visto por aquí - murmuró en esa voz, que tantas veces le había funcionado.

Pero aquel chico no respondió, solo lo vio de pies a cabeza, antes de dar media vuelta para marcharse.

- Difíciles, esto lo hace aún mejor - sonrió tirando el corazón de la manzana que había estado comiendo.

Con él le tomo más tiempo, cuando por fin había llegado aquella noche, se presento al lugar del encuentro, vio al chico recostado en la cama, pero antes de que pudiera acercarse, sus ojos fueron cubiertos, negandole la oportunidad de ver y un paño cubrió su nariz, fue solo cuestión de segundos qué su cuerpo perdió fuerza.

No sabia cuanto tiempo había pasado, cuando volvió a sentir su cuerpo, estaba atado a una silla, una aguja atravesaba la vena de su antebrazo.

- Que mierda - murmuró tratando de liberarse.

Lo cual fue imposible, casi cae con la silla, cuando vio una silueta, era aquel chico.

- ¿Crees que puedes ir por ahí jugando con los sentimientos de las personas?

- ¿De qué hablas?

Yoongi a pesar de mantener la conversación, trataba de liberarse.

- ¿De qué hablo? - grito mientras se acercaba a Yoongi, mostrandole un pequeño retrato -. De ella hablo.

El palido fue entonces que la vio, esa última chica con la que había estado.

- ¿Qué con eso? La pasamos bien, nada exclusivo - hizo un guiño.

Dicha acción hizo que el contrario se enojara un más.

- NO TE REFIERAS ASI DE MI HERMANA - un sonoro golpe se escucho en la habitación, Yoongi ahora tenía una mano marcada en su mejilla.

- Yo hablo como quie...

- Ella murió por tu culpa, al igual que el bebé - aquella corta palabra hizo que los ojos de Yoongi se abrieran en sorpresa.

Jamás había embarazado a nadie, tampoco que se hubiera quitado la vida.

- Ella sentía que le había fallado a la familia, metiéndose a la cama de un simple humano y quedando en cinta, pero cuando vio tu actitud, prefirió tomar esa decisión.

Yoongi aún seguía sin creerlo, todo eso debía ser un estúpido sueño, una pesadilla en realidad.

- ¿Qué mierda me estas inyectando? ¿Qué eres? - presionaba con fuerza sus manos, pero tenía claro que no iba a salir de ahí, quizá no vivo.

- Te haré uno de nosotros, con una ligera modificación, podrás revertirlo, cuando una persona forme un verdadero lazo contigo, que te diga que te ama, solo entonces podrás romperlo y volver a ser humano.

- ¿Qué mierda eres?

El contrario sonrió, movió sus labios sin emitir sonido, Yoongi entendió aquella palabra.
"Un lobo", al tiempo que el chico se convertía en uno, mediano, de color marrón.

No, esta no era una historia de amor, esa que se están imaginando, los sentimientos son más difíciles de formar, más cuando luces, como un depredador.

The white wolf - YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora