🛡🐉 ;; ❛❛ 𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 ❜❜ . . .
❛❛ Don't make me sad, don't make me cry
sometimes love is not enough
and the road gets tough, I don't know why
keep making me laugh
let's go get high, the road is long, we carry on, try to have fun in the me...
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LAS BRISAS DEL viento pegaban contra el cuerpo de Rhaegar. Montando sobre su dragón, Cannibal, el de cabello como el cielo nocturno de la noche se dirigia a Kingslanding, para visitar a su tío Viserys y a su prima Rhaenyra, a los cuales no habia visto en algun tiempo, puesto que el joven Targaryen se la pasaba por todos lados, yendo a donde le decían, pero también yendo hacia donde el quería, tanto para tratar algunos asuntos que se le habían asignado ahora que tenia edad suficiente para tratar algunos asuntos de Driftmark y de la Corona Real, y aunque esta vez había sido invitado por su tío Viserys, estaba mas que contento de ir a Kingslanding, mas que nada para visitar a su adorada prima Rhaenyra.
El joven Príncipe pudo divisar lo que era la Gran Fortaleza Roja, por lo que inmediatamente una sonrisa apareció en sus labios al finalmente llegar al lugar, listo para poder ver a su prima, y a su tío Viserys.
El joven regresaba recién de su breve estancia en Dorne por algunos asuntos que atender. Había sido tan repentina la petición de su tío que le había dado tan solo poco tiempo para avisarles a su tía Rhaenys y a su tío Corlys, el joven portaba una vestimenta que revelaba la mayor parte de su torso, dejando nada a la imaginación sobre su abdomen, pero esto era algo normal en Rhaegar, ya que cuando no solía hacer demasiado frío en los lugares en los que se encontraba, Rhaegar prefería usar ropa más reveladora para dejar que su cuerpo se refresque. Aunque no es una cosa que a alguien le importara, aunque quedaban fascinados con las hermosas vestimentas que el pelinegro portaba, y más que nada cuando llevaba puestas telas como esta, que dejaban algo que ver de su cuerpo.
El muchacho de aproximadamente 19 años bajaba de los lomos de su dragón, cuando ya estaba recibiendo atención de la gente, más que nada por el dragón del que el era jinete, pues Cannibal era un dragón ya temido, y Rhaegar había tenido la oportuna de reclamarlo cuando tenia apenas la edad de 7 años, un hecho sorprendente para muchos, pero eso solo aumentaba la sensación que el pelinegro imponía al entrar en escena, puesto que era el primer jinete en lograr domarlo, y a una corta edad, por lo mismo que pronto la gente empezó a visibilizar y afirmar que el Príncipe Rhaegar y Cannibal tenían un vínculo muy fuerte, como si fueran tal cual hermanos de sangre.