1

28 5 20
                                    

Bellatrix

¡Narcissa!, Hermana te recuerdo que es Hogwarts, no un desfile. — Digo mientras subo las escaleras a la habitación de mi hermana y me quedo apoyada en el umbral.

Cissy aún cepilla su cabello rubio y se asegura de que su maquillaje este impecable, ella siempre lo está... Pero aún así insiste, veo alrededor y su equipaje está perfectamente empacado.

— Veré a Lucius en el andén, necesito estar perfecta, bella.

— ¿Acaso no es así como estas siempre? — doy un respingo al escuchar la voz de Andrómeda y sonrió ligeramente — Perderemos el tren como te sigamos esperando, Cissy.

Nuestra hermana voltea a vernos y hace una ligera mueca.

—No entiendo como pueden ser tan descuidadas con sus apariencias — Narcissa se acerca a Andrómeda y acomoda su camiseta — Estás toda arrugada, por amor a Salazar.

Suelto una pequeña risa y la reina de la moda fija su vista en mi, al parecer mis vaqueros rotos y mi camiseta negra son medio aceptables porque no dice nada al respecto, pero cuando observa mi cabello suelta un suspiro.

— ¿Peinarse es una tarea demasiado complicada para tí, bella? — Me encojo de hombros y ella suspira otra vez —Bien, ya estoy lista, vamos.

Un elfo doméstico sube a buscar los baúles y los baja a la sala, nuestros padres no están para despedirnos, pero dejaron una nota al lado de la chimenea.

Esperamos que se comporten como es debido, no nos avergüencen.

Y ya, eso es todo, nada como un "Buena suerte en Hogwarts, niñas. Las queremos".  No, eso en absoluto era necesario. Ruedo los ojos y echó la nota a la chimenea para luego voltearme a ver a mis hermanas.

— Otro día, siendo las hermanas Black.

Victoria

— ¡Apúrate, niña! —Grita James desde la sala y yo bajo corriendo las escaleras mientras trato de colocarme mi zapato.

— ¡Lista! — Digo de forma chillona y tropiezo con un escalón, por fortuna logro equilibrarme y disimulo sonriendo

— ¡Vamos, vamos, vamos! — James me toma del brazo y yo agarro mi baúl para dejarme arrastrar por él, pero su madre nos detiene.

— Calmado, Jamie, hay tiempo aún — Dice mientras arregla el cabello de su hijo, luego voltea a verme y hace lo mismo con el mío — ¿Donde esta, Remus?

— Fue a buscar a Peter, debe estar de regreso. — Digo amablemente y ella me sonríe.

—Si, y nosotros deberíamos ir a ver porque tarda tanto — Se queja James mirando a su madre.

La escena siguiente me causa gracia a pesar de haberla visto ya varias veces Euphemia coloca sus manos en las caderas y mira a su hijo con una ceja alzada, James trata de mantenerle la mirada pero acaba por rendirse y se sienta en el sofá.

— Vicky, cariño, vienes a la cocina por los bocadillos? Mientras llega Remus — Dice Effie después de unos segundos, yo asiento y la sigo a la cocina.

Siempre me ha gustado la cocina de los Potter, bueno, su casa en general, es mucho mejor que la casa de acogida en donde vivimos Remus y yo. Aún recuerdo la primera vez que pise ese lugar, hace algunos años.

— Todo saldrá bien, los Potter son muy amables — Decía Sirius, y mi hermano me sonreía de forma tranquilizadora.

Y realmente fueron mucho más que amables, la casa de los Potter se sentía cálida y agradable,todo el tiempo, lloré como una pequeña (en ese momento lo era) cuando tuve que marcharme para regresar al orfanato, entonces Effie me dijo que sin ningún problema podría quedarme ahí cuanto quisiera.

Tampoco es que me haya aprovechado de esa oferta, Remus y yo ibamos algunos días en verano y siempre una semana antes de que comenzará el curso, así jugábamos con James, o en navidades, aunque desde hace un año yo estaba asistiendo a bailes en la casa de Sirius, su hermano pequeño, Regulus era mi mejor amigo, así que me invitaba con frecuencia, aunque normalmente preferíamos estar en el callejón diagon... Todo con tal de no estar con su madre, la casa de los black era más bien fría y oscura, era entendible que Sirius odiara tanto aquel lugar y que Regulus lo evitará.

—Estas un poco perdida, mi niña — La voz de Effie me saca de mis recuerdos

—Lo siento, solo estaba pensando... — Digo un poco avergonzada y arreglo los bocadillos en una bolsa para mantener mis manos ocupadas.

Ella ríe y su risa hace que me sienta mejor de alguna manera.

— Tú y tu hermano han sido un misterio desde que los conocí, son difíciles de leer, pero aún así; sé que solamente son niños que merecen ser amados — Lo dice con tal calma y amabilidad que una punzada pincha mi pecho.

Antes de que pueda procesarlo me abraza y deja un beso en mi cabello.

— Y quiero que sepas, que siempre tendrán un hogar con nosotros.

Trato de no llorar y correspondo el abrazo.

— Oye mamá — James entra y nos ve abrazadas — ¿Porque... Estás bien Vic?

Me separo del abrazo y dejo un beso en la mejilla de Effie.

— Si, pero trataba de seducir a tu mamá, lastima que interrumpiste — Río y le sacó la lengua, James me mira ofendido y trata de atraparme, pero soy mas pequeña asi que paso por debajo de su brazo y corro hacia la sala.

Bellatrix

Sentada en el compartimento sola me aburría un montón, ya que narcissa y Andrómeda se fueron con sus respectivos novios, jugaba con la varita entre mis dedos hasta que escuche un desorden en el pasillo, medio me asomo a ver qué paso y frente a mi una chica de piel morena a la que conozco bien sale corriendo junto a mi primo, Regulus.

— LUPIN, VEN ACÁ — Grita mi primo persiguiendo a la chica lupin, ella solo ríe y sigue corriendo hasta entrar en un compartimento y perderse de mi vista.

Victoria Lupin, mestiza, mejor amiga de mi primo, se llevaba bien con dromeda y cissy, pero yo parecía irritarle particularmente, no digo que no hubiera una causa de mi parte, suelo ser sumamente insufrible, pero no era mi culpa que ella fuera tan fácil de molestar.

Era divertido ver cómo su nariz se arrugaba, y sus orejas enrojecian, también era tierna verla desde mi altura, se veía tan enojada y graciosa cuando discutíamos, aunque no niego que me hubiera gustado ser causante de una risa como la que acababa de escuchar, pero lo veía casi imposible.

Tendría que vivir con el desprecio de la pequeña Lupin, una lastima, a mí me parecía agradable su compañía.

Troublemaker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora