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Si Paul normal era adorable, Paul con fiebre lo era mil veces más.

A John le parecía un poco mal encontrarlo tierno, sabiendo que al chico se le partía la cabeza de dolor.

Pero verlo con un ligero mohín todo el día, con los ojos cansados y una costumbre de inflar las mejillas por el dolor lo hacían perecer un bebé, en lugar de un tierno adolescente de dieciséis años.

Paul había cambiado por su pubertad, pero, para suerte de John, no eran grandes diferencias.

Seguía siendo bastante enano, aunque bastante más alto de lo que era, su cuerpo se había estilizado, ya no parecía el chico esponjoso, incluso, para el gusto de John, Paul estaba muy delgado.

El mayor se encargaba de darle sus
medicamentos, y se quedaba a su lado
hasta que tragara su pastilla, aunque el
chico solía costarle varios tragos pasarla.

John lo felicitaba con una sonrisa, y solía
acostarlo para ponerle un trapo de agua
fría en la frente, que lograba bajarle el
dolor un rato, donde podía conversar con su amigo perfectamente.

"Mamá dice que iré a mí médico la semana que viene. A Liverpool".

— ¿Te da miedo ir al médico?—preguntó
John, sin saber muy bien a qué venía esa
información.

Paul negó.

"Me quedaré allá unos días. Con mis tíos".

—Oh.

"Quiero que vengas conmigo"

John miró las palabras sin decir nada, las leyó unas veces más.

— Paulie, yo... No sé qué decirte, tengo
que preguntarle a mis padres primero y
¿Tus tíos dejarían entrar a un completo
desconocido?

Paul asintió varias veces, comenzó a
escribir en el cuaderno y John esperó a
que él terminará.

"Mamá no tiene problema en que vayas con nosotros. Ella va a cuidarte"

—Tu mamá es mí mamá también, Paul,
eso lo sé-John río un poco. —Pero una cosa es que me quede en tu casa y otra es viajar con ellos, y quedarme en casa ajena con ellos.

"Por favor, acepta"

John se quedó en silencio, vió los ojitos
de Paul asomarse tras las hojas,
suplicando.

— Está bien, Paul, acepto— se rindió, con una sonrisa.

Paul soltó el cuaderno para aplaudir, sonriendo, haciendo que el mayor riera con ternura.

Mute | Mclennon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora