UN HECHIZO

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Me levante asustada tomando una bocanada de aire, mire a mi alrededor, estaba en la otra habitación de Elijah, lleve la mano a mi pecho, mi corazón se quería salir de lo rápido que latía, quite las mantas de encima y me levante, me había cambiado la camisa de Elijah por una de botones que usaba con sus trajes, sus trajes de 9 mil dólares, ¿Quién gasta 9 mil dólares en un traje? Elijah.

Abrí con cuidado la puerta y salí de punticas hacia la cocina, abrí la nevera, Elijah ya había comprado más cosas, al parecer me iba a quedar un buen tiempo aquí, pero era lo mejor, que nadie me viera en compañía de ellos, o traeríamos más enemigos.

Servi agua para hacer un café, me alegue viendo las repisas.

Ni lo pienses

Si

Te vas a caer

Me subí sobre el mesón de rodillas para poder alcanzar el frasco de café, pero cuando fui a levantar el pie para ponerme de pie, me fui de para atrás, sentí como alguien me agarro por detrás.

—¿Qué haces Elsken? —pregunto Elijah, mandé mi cabeza hacia atrás para mirarlo, le di una pequeña sonrisa, el me levanto sentándome sobre el mesón, dejo una mano en mi cadera y extendió la otra para bajar el frasco—¿Querías esto?

—Si, gracias—dije tomando el frasco, pasé saliva al darme cuenta de que Elijah iba sin camisa, su cabello estaba alborotado. Abrace el frasco a mi cuerpo, el me miraba tan fijamente con esas dos perlas cafés, se acerco un poco, hasta sentir su respiración en mi boca, cerré mis ojos al sentir sus labios sobre los míos. Elijah saco el frasco de mis brazos dejándolo a un lado, y se acercó un poco más a mí, pase mis manos por detrás de su cabello, y enrolle mis piernas en su cadera, Elijah profundizo mas el beso, hasta que me quede sin aire y me separe de él. Elijah agacho la cabeza recuperando la respiración.

Puse mis manos en el mesón.

—¿Me haces un café? —pregunte ladeando un poco la cabeza, el levanto su mirada, sus ojos se habían tornado negros, podía ver sus colmillos sobresalir, el cerro sus ojos rápido, extendí mi mano pasándola por su cara.

—Claro mi Elsken—dijo el recomponiéndose, me iba a bajar del mesón, pero Elijah me agarro—Quédate ahí

Me quede sentada mirando como Elijah hacia el café, mientras miraba su cuerpo, tan detallado, me acuerdo la primera vez que lo mostraron sin camisa, fue cuando Celeste le puso el hechizo que le salieron todos los nombres de las brujas por su cuerpo.

—¿En qué piensas? —pregunto Elijah sacándome de mis pensamientos.

En lo bueno que estas

¡¡Emily!!

—En nada—dije sonriendo, Elijah me paso una taza con el café, la tome con mis dos manos—Gracias vampirito.

—¿Vampirito? —dijo Elijah con una sonrisa socarrona.

—Si, ¿no te puedo decir así?

—Tienes todo el permiso de llamarme como quieras—en eso sonó el celular, Elijah fue a la repisa y lo tomo, pero corto la llamada.

—¿Quién era? —pregunte bajándome del mesón.

—Klaus—dijo con fastidio yéndose, deje la taza en el fregadero y lo seguí, entro a la habitación cerrando la puerta, me devolví a la cocina, el celular volvió a sonar, lo tome y lo mire unos segundos para luego contestar.

—Elijah, ¿Dónde estás? Te fuiste con ella desde ayer y no volviste—dijo Klaus enojado.

—No hablas con Elijah—dije colocando la llamada en altavoz.

Una muerte, una misión y 4 MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora