12 Noche de película

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AIDEN

Ballincar, Irlanda
Julio 2017

Sinceramente nunca pensé sentirme tan bien después de sentirme tan vacío, estar con ella me encantaba pero también me aterraba. Su voz me regresó a la realidad.
—Aiden aún me quedan provisiones tengo unos pingüinos y 2 películas descargadas en mi lap
—Pareciera que estabas lista para perderte en medio de la nada, si quiero de los pingüinos y sorpréndeme con que películas descargaste
—Para tu información es simple precaución o suerte no se, no planeaba quedarme aquí mucho menos contigo
—Ah ¿entonces soy un problema Aisling? —Me acerqué mucho a ella, más de lo que debiera, la cosa es que no fue intencional y no quería hacer el momento incómodo, Al parecer ella lo captó y compartía el sentimiento de no hacerlo incómodo
—Pues una película es de terror y la otra de amor, podemos ver ambas mientras comemos pingüinos
—Oh no chica problemas, yo no veo películas de amor, vemos la de terror y a dormir, sobre el aperitivo ese si te lo acepto
—Oye basta, las películas de amor son mis favoritas y esta tiene 5 estrellas de calificación
—Son bobas, además prefiero verte muerta de miedo viendo la otra

Aisling solo torció los ojos y puso la película, reclinó su asiento hacia atrás y me sugirió hacer lo mismo, se puso la laptop en las piernas y vi que el volante le estorbaba y le quité la lap para que estuviera cómoda, así podía ver mejor y sin falta de espacio, no se porque hice eso, parecerá una pequeñez pero nunca me había nacido ayudar a nadie, si lo hacía era porque me lo pedían con mucha insistencia pero siempre de mala gana, ¿por qué estoy haciendo esto con ella? ¿por qué con una desconocida hago lo que con nadie he echo? Ni siquiera con Ciara que siempre ha estado para mí, lo peor es que ni siquiera me importaba que fue de ella después que regresó sola pero Aisling me comenzaba a importar, ni siquiera hacía tanto frío aún y le di mi suéter,
quería que se sintiera bien conmigo como yo con ella, aunque me salía natural reírme de ella cada que se asustaba, no era burla como ella lo pensaba me parecía tierna, quería abrazarla, todo eso pasaba por mi mente en vez de simplemente ver la película, cuando ya me disponía a poner atención Aisling ya estaba dormida, era la primera vez que tenía una chica dormida a mi lado sin haber echo algo sexual antes, y lo sentía lindo, pero no dejaba de ser raro, se miraba tan hermosa dormida, quería que este momento terminara, aunque debía buscar una solución para salir de ahí, podía ir ahora, pero no la quería dejar sola, mejor vi hacia arriba y estaba la luna enorme acompañada de estrellas que se miraban enormes quise que lo viera, no me atreví a despertarla mejor me quedé dormido a su lado.

Al amanecer ya tenía el rayo de sol calándome en la cara, desperté a Aisling, para proponerle que fuéramos a la carretera a ver si encontramos a alguien que nos pudiera ayudar
—No tengo ganas Aidan, caminar me agota
—Pues no creo que te guste la idea de estar otro día más aquí
—A mi no me molestaría —Escuchar eso me hizo sentir una pizca de felicidad, quería estar conmigo, ¿Qué estoy pensando? solo no se quiere levantar, no actúe pensando y la cargué en mis brazos fuera del auto
—Oye ¿Qué te pasa? No puedes agarrarme como si fuera un bulto y ya

Me reí un poco y solo dije:
—Ve que si puedo

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