La boda estaba cada vez más cerca, Taehyun se había encargado de todo, aunque después de la pedida de mano, BeomGyu se sintió con ganas de ayudar así que también se involucró en bastantes cosas, es decir, fue una boda planeada por ambos novios y no dejaron que nadie más decidiera sobre las decisiones que tomaban.
La relación entre ambos había estado siendo la mejor, es por eso que BeomGyu había comprado un ramo de rosas de color azul, las favoritas de Taehyun, y fue hasta su habitación aprovechando que el rubio había salido, al entrar fue directo al escritorio para dejar las flores, no obstante algo lo detuvo.
Su vista se dirigió a unas hojas esparcidas por el escritorio, todas con caligrafía perfectamente pulcra y ordenada y firmadas con el nombre de "Kim Chaewon de Oriouns", la curiosidad del castaño pudo más y empezó a leer carta tras carta, y mientras más avanzaba, sentía su corazón romperse en mil pedazos.
En cada una de ellas había miles de palabras de amor, pasión y devoción que la mujer le daba a Taehyun, y lo que más le dolía era saber que Taehyun las contestaba y que iba a verla, ya que en muchas de las cartas se mencionaban anteriores cartas envidas por el rubio y visitas que los amantes tenían en la casa de campo de la señorita.
No supo que hacer, no supo como reaccionar, ya no sabía que creer, el hombre que pensó que estaba empezando a enamorarse de él parecía ser una total mentira, no podía entender muchas cosas, y al mismo tiempo, se sentía sofocado.
Dejó las cartas como estaban y también el ramo de rosas sobre ellas, con una nota que decía "Para Taehyun, con amor de Choi BeomGyu", después de esto salió del cuarto y fue directo a sus aposentos sintiendo su cabeza doler y su vista completamente perdida, al entrar fue directo a su cama y se acostó, sintiendo sus músculos relajarse y sin saber en que momento, cayó rendido.
Al mismo tiempo, el rubio se encontraba en la casa de campo de la duquesa, la cual reía sobre su hombro mientras acariciaba la mano del hombre, soltó un suspiro y se acomodó mejor en el hombro de su amado para después cerrar los ojos, se sentía nerviosa por la noticia que tenía que darle al chico pero sabía que eso era mejor a que él nunca lo supiera.
— Mi príncipe... — La dulce voz de la femenina cautivó la atención de Taehyun al instante, el cual volteó a verla con una sonrisa. — Hay algo que debo decirle.
— ¿Qué sucede, amor mío? — La característica sonrisa del rubio salió y llevó su mano para quitar un mechón de pelo de la frente de la duquesa. — ¿Ha pasado algo malo?
— Su alteza real... estoy en espera de un hijo.
Y la sonrisa del príncipe se agrandó, sentía que le hubieran dado la mejor noticia de su vida, tomó la mano de Chaewon entre la de él y acarició levemente esta para después dejar un dulce beso en los labios de la mujer.
— Mi amor... es una gran noticia.
— Príncipe, no lo es, ¿Cómo podría serlo cuando usted ya está comprometido con otro hombre y yo tendré que tener a mi hijo sin compromiso alguno?
Las palabras de la mujer hicieron que Taehyun pensara sobre las cosas, ella tenía razón, sería una increíble noticia si tan siquiera ella estuviera casada con él, o más bien, si el compromiso que su padre arregló hubiera fracasado.
— Hablaré con mi padre, volveré a abrir el concubinato que él cerró cuando se casó con mi madre, estarás conmigo ahí y serás una concubina real para que nuestro hijo nazca con el título de príncipe real.
— Mi príncipe, no necesito que se haga cargo de mí, mi padre puede concertar un matrimonio con un duque el cual se haga cargo de mí y el niño, y usted podrá seguir con sus planes de boda y...
— Ni hablar amor mío, este bebé debe estar con su madre y con su padre, conmigo.
...
Taehyun estaba regresando al palacio y planeaba hablar con sus padres al día siguiente, ya eran las 8 de la noche y fue directamente a su habitación, al entrar pudo ver el ramo de rosas azules en su escritorio, al tomarlas vio con una sonrisa la nota, no obstante, cuando se dio cuenta sobre que papeles estaban las dejó ahí rápidamente para después salir corriendo a la habitación de BeomGyu.
— Su alteza, el príncipe Choi BeomGyu esta dormido y detesta que lo despierten. — Lee Heeseung detuvo al rubio, el cual lo vio con molestia al instante.
— Hazte a un lado o yo mismo haré que te hagan a un lado. — El rubio vio fijamente al guardia, el cual suspiró y se hizo a un lado para dejar pasar al príncipe, este entró a la habitación con cuidado y se encontró a BeomGyu durmiendo tal y como el chico lo había dicho. — BeomGyu. — Taehyun se acercó lentamente al castaño y llevó su mano a su hombro. — BeomGyu...
— Mande, su alteza. — El castaño se despertó lentamente y vio directamente al rubio, el cual tenía una mirada de arrepentimiento profunda. —¿Vienes de verla?
— Yo...
— Esta bien, esto fue un matrimonio arreglado desde el inicio y no entiendo como no pensé en la posibilidad de que a usted ya le interesara alguien. — El castaño se sentó en la cama y miró fijamente al chico, lo examinó de pies a cabeza y luego sonrió levemente. — Huele a perfume de mujer, así que asumo que sí estaba ahí, no diré algo sobre esto, pero quiero que se vaya y no quiero verlo hasta el día de la boda y ruegue por verme ahí.
— ¿A qué te refieres?
— Que no me quiero casar así, no sabiendo que estoy arruinando una relación, su alteza. — El tono del chico cambió totalmente a uno más agresivo, cosa que asustó al rubio que estaba acostumbrado al tono parsimonioso del mayor. — Así que por favor, retírese de mi cuarto.
— La boda se va a celebrar, BeomGyu, no hay vuelta atrás, y ya te dije que soy Taehyun para ti. — El rubio se alejó de la cama lentamente y se pegó a la pared, mientras veía a BeomGyu sentarse en la orilla de la cama, dándole la espalda y solo viéndolo de reojo. — No hagas esto ahora.
— No, yo no hice nada. — Respondió con una voz dura. — Usted fue quien tenía a alguien y no tuvo la decencia de decirme, pero está bien porque esto fue arreglado y tú puedes estar con quien quieras así como yo también, esas ideas de intentarlo y convertirnos en la mitad del otro... sonaban demasiado bien para ser verdad, porque el hecho de tan siquiera intentarlas son una locura.
Aunque su voz sonaba dura, profunda y enojada, en ningún momento se levantaron la voz o se insultaron el uno al otro, por lo que Taehyun suspiró y se sentó en la cama también, pero no al lado del castaño, si no al frente de la cama mientras BeomGyu estaba a su derecha.
— Tu corazón esta roto igual que el mío, yo también me siento de esa forma, pero solo quiero cumplir con mi deber de ser el hombre de tu vida y al que eligieron para ti, sé que dolerá mucho y que tenemos muchas dudas que afrontar, todo está lleno de dudas ahora también, no sé que haré conmigo mismo y con Chaewon... ni con el hijo que espero con ella. — Y esas palabras dolieron en BeomGyu y al mismo tiempo lo hicieron enfurecer demasiado, ¿un hijo? — Mi error fue haberte ilusionado y no terminar con ella, no puedo renunciar al amor de mi vida pero el deber que tengo con mi pueblo es más que el amor, así que por favor, aunque suene una locura, hagamos que esto funcione.
— Eres de lo peor, estás esperando un hijo de ella y todavía quieres seguir con esta mentira. — Y después de eso BeomGyu se puso de pie para ver directamente al chico. — Y quiero que sepas que te odio en estos momentos, pensaré sobre tus palabras después porque en estos momentos el enojo me nubla y haré cosas que me arrepentiré, así que lárgate ahora mismo.
El rubio se puso de pie y miró al castaño de una forma indescifrable para él.
— Lamento que me odies porque eso será lo que sientas por mí cada vez que veas a tu esposo y al hombre que estará contigo el resto de tu vida, BeomGyu. — Y después de decir eso, el rubio hizo una leve reverencia y salió del cuarto con muchos pensamientos en su mente.
¿Y por qué no hacemos que esto funcione? ¿Por qué no lo intentamos? ¿Por qué seguimos con esto? ¿Por qué inventar una mentira?
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Amor arreglado - Taegyu
FanfictionKang Taehyun es el único hijo del rey de Slewodat, mientras que Choi Beomgyu es el último hijo del rey de Petterlew, ambas familias han estado en guerra durante años, pero una antigua profecía es lo único que los puede salvar. - Taegyu