𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫 ❥ conrad fisher

𝒇𝒊𝒗𝒆. crashing dates

─.•*:｡✩ arruinando citas
✦ ( capítulo 5 ! ) ✦

RORY LLEVABA cerca de una hora ayudando a Belly a prepararse para la cita que tenía con Cam Cameron. Ella y Susannah llevaban aconsejándola desde el principio. Se había probado alrededor de unos 3 vestidos, 4 faldas y 5 tops distintos, los cuales tampoco le convencían demasiado. Al final, acabó decantándose por un pantalón vaquero corto y en la parte de arriba se colocó un top corto.

Muy típico de Belly.

— ¿Te importa dejármelo? — le preguntó la castaña a la chica, señalando el pintalabios claro que tenía encima de la cómoda.

— Claro, sin problema. — asintió Rory dándole permiso. — Te va a quedar muy bien.

— Muchas gracias.

Belly le sonrió en respuesta y tras coger el maquillaje, se acercó al espejo para aplicárselo.

— Estás muy guapa. — comentó la mujer sonriéndole con cariño. — Te lo vas a pasar muy bien esta noche.

— Solo vamos a ver una película. — recalcó Conklin.

Laurel y Florencia entraron un par de segundos después en la habitación, y Rory señaló con sus brazos a Belly, piropeando a la chica.

— Que guapa, Belly. — aseguró Florencia. — Te pareces mucho a tu madre de joven.

— Es un halago. — rió Laurel.

— No me puedo creer que los crop tops hayan vuelto. — suspiró Susannah calzándose los zapatos. — Me acuerdo de que pensaba que eran muy sexys con esas camisetas que usaba en primer año.

— Quédatelo. — negó Rory sin aceptar el pintalabios al ver que su amiga se acercaba a ella para devolvérselo. — Por si lo necesitas.

— Pásalo bien. — sonrió la mujer Fisher.

— ¿No vienes con nosotros? — cuestionó la madre de Belly frunciendo el ceño con confusión.

— ¿No te dijo Belly nada? — interrogó Susannah acercándose a la mencionada. — Tiene una cita.

— Lo siento, mamá. — se disculpó la asiática riendo con nerviosismo. — Uhm, se llama Cam.

— Si, su madre trabaja en el club. — interfirió la mujer rubia tratando de echarle una mano a la chica. — Es un buen chico.

— ¿Ahora conoces a las madres de todos, Susannah? — inquirió Laurel.

— Relaciones públicas. — rió Florencia.

— No es eso, chicas. — se defendió la tercera mujer. — Solo tengo el placer de saber quien es la madre del chico de nuestra niña.

— Es un chico muy listo. — continuó la rubia.

— Tipo Harvard. — recalcó Belly.

—Está bien. — cedió Lauren finalmente después de pensárselo un par de segundos. — Claro que puedes ir. Ya te he llevado a muchas fiestas todos estos años, y todavía tendremos a Rory, ¿no?

— Yo si voy, Laurel. — se pronunció la mencionada.

— Pásatelo bien en la cita.

— Gracias. — sonrió la castaña yendo directamente hacia la puerta, lista para irse. — Rory, ¿bajas?

La rubia hizo un sonido de afirmación y dejó todas las cosas sin recoger para apresurarse a seguir a su amiga al piso de abajo.