𝐀𝐩𝐨𝐥𝐥𝐨'𝐬 𝐝𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫| ❝Su esencia cayó desde los cielos hasta el agua salina del océano. La espuma de las olas marinas se combinó con aquella lágrima y la luz del sol, creando de esa forma su delicado cuerpo, tomando del mar aquel azul t...
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LA VIOLENCIA, violencia era lo que desprendía el cuerpo de Jacob, como en cada uno de sus movimientos se lograba distinguir la tosquedad y la brutalidad. Sus pasos recorrían con rapidez el pequeño camino hasta la puerta de los Swan cargando el liviano peso de la chica que encontraron en plena orilla de la Push. Jacob seguía sin poder creer cómo es que Bella sigue siendo tan torpe e inocente, una característica que ha perdurado en la chica desde su nacimiento.
—Quédate aquí.—Habló por lo bajo Jacob, dejando el delgado cuerpo de la rubia en el recibidor de las escaleras.
Jacob caminó unos cuantos pasos en silencio, escuchando poco a poco el desarrollo de una conversación en la estancia del hogar. Las voces siseaban, temiendo ser escuchadas por otra persona que no estuviera envuelta en el mundo de ellas. El cuerpo del hombre lobo hizo su presencia interrumpiendo la conversación de aquellas dos mujeres, en dónde una se expresaba de manera poco amistosa de los suyos.
—Bella, los hombres lobo no son una buena compañía.—Exclamó aquella mujer que se caracterizaba por tener la piel tan fría como un glaciar.
—Habla por ti misma.—Se quejó el chico.
Los dos pares de ojos dieron con sorpresa al morocho quien se encontraba contemplando a la dueña del hogar con cierta preocupación.
—Quería que estuvieras a salvo.—Confesó Jacob.
—Creí que no podías protegerme aquí.—Dijo Bella.
—No me importó.
—Yo no voy a lastimarla.—Alice se defendió con cierta ofensa ante las palabras de Jacob. Le molestó que aquella idea descabellada de lastimar a su mejor amiga, a la compañera de su hermano, ¿cómo sería capaz de eso?
—Lo se, eres una inofensiva Cullen. Hablo de la otra chupasangre que trato de matar a Bella por culpa de ustedes.
—¿Victoria?.—Cuestionó Alice confundida.
—Sí, hubo algunas sorpresas por aquí.—Respondió Bella.
—Yo no la ví, así como tampoco vi que las sacaran del agua.—Susurró con confusión. Alice observó un punto fijo mientras sentía aquella energía que desde un inicio causó una sensación extraña en ella desde su aparición en sus visiones. Era raro pues la vampiresa percibía hasta esa distancia una calidez en su piel, aunque esta ya no sintiera ni frío ni calor.
Sus orbes abandonaron aquel punto fijo para dedicarse a observar una chica que se encontraba en la entrada principal del hogar, ahí, las visiones de Alice se hicieron presentes nuevamente, como Isabella se lanzaba de aquel acantilado sumergiéndose en los dulces brazos de la muerte, y como de aquellas una rubia se encontraba flotando mientras el nombre de Cyra resonaba en su mente. Aquel nombre la había atormentando hasta su llegada a Forks.
