Tomioka llegó a su hogar durante la noche luego de haber tenido el día más extenuante de los últimos años, regresar a casa luego de lo de Nezuko había sido una tarea muy difícil. Mirando a la ventana con la mirada algo perdida y con el corazón roto observaba a la luna, pues ella era siempre participe de sus momentos más duros.
El dolor iniciaba en su pecho expandiéndose hacia su estómago y congelando sus manos, este era un impulso profundo de hablar con ella. Pero al mismo tiempo era como un grito acallado por su razón, amarla no era correcto, amarla era un error.
El pilar decidió salir a caminar en medio de la madrugada, a los alrededores de su hogar, dirigiéndose a varios sitios en los que veía reflejados ciertos recuerdos con ella. El pilar solo se sentó en una roca en medio de la naturaleza, y con un profundo rostro de tristeza veía fijamente a la luna.
Kanzaburo se detuvo cerca de él acurrucándose a su lado
-¿Qué pasó? Te ves más triste de lo usual Guyi - menciona su cuervo
-Creo que no importa... -Volteando a bajo - No vale la pena quejarme, lo que he hecho sólo provocaría que en algún momento ella se alejara
-¿Porqué no hablas con ella? - menciona Kanzaburo
-No debería amarla, tal vez la mejor decisión es que dejemos de ser compañeros... No hay vuelta atrás - mirando un poco más triste
Tomioka volteó a ver a la luna, consciente de que su deber lo separaba de sus propios intereses personales. El se quedó reflexionando en silencio recordando varias de las misiones con su compañera, mientras pensaba en ella con melancolía
-Solo contigo he sentido que soy alguien normal, pero eso es solo una fantasía... Los últimos cuatro años he soñado con algo que nunca sucederá, perdoname por ser un mentiroso - menciona con tristeza y frustración mientras hablaba consigo mismo
Kanzaburo estaba mirándolo fijamente con empatía, cuando de pronto salió volando dos metros
Entonces el joven pilar sintió una mano recargada en su hombro. Algo asustado volteó a ver con sorpresa
-Tomioka, hace años que no te veía, has crecido mucho - menciona una voz áspera y profunda
-Maestro Urokodaki ¿Qué hace aquí?- con una expresión de sorpresa
-Mi idea era visitarte, sé que tuviste un día muy duro luego de que los pilares se enterarán de lo que pasó con Nezuko. Vine en cuanto supe
-En realidad ha sido un día agotador... lo llevaré a mi casa maestro, es muy tarde ya - menciona mientras se levanta de la roca y comienza a caminar
-Llevaba un rato observándote, me sorprende que no lo notarás- comenta con seriedad el maestro
-Maestro sus pisadas siempre han sido muy silenciosas.
-Percibo muchas cosas distintas en tu aroma, has mejorado mucho, pero también noto una tristeza muy profunda - afirmando mientras sigue de pie sin seguirle el paso a Tomioka
Giyu solo se quedó en silencio y al notar que su maestro no se movía no tuvo más remedio que detenerse y volver algunos pasos atrás y hablar
-Sé que debes controlar tus emociones, pero al igual que el agua, lo que no permitimos fluir se estanca y eso termina dañandonos
-Sabemos que las emociones estorban cuando se trata de cazar demonios, además no hay nada que yo pueda hacer... Le pido que vayamos pues solo quisiera llegar a casa
Urokodaki observaba a través de su máscara y ante tal petición comenzó a caminar, ambos siguieron en la senda a través del bosque sin decir nada hasta llegar a la mansión del pilar del agua.
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Mariposa de Agua
FanfictionDos años antes de conocer a Tanjiro, sucedieron muchas cosas que aún no he logrado explicar. Aún me pregunto ¿Cómo fue que me enamoré? Esta es una historia Giyushino que se desarrolla en la linea original del KNY, espero sea de su agrado. Los pers...