Mi mejor Cliente

7 1 4
                                    

POV: Carlo

Dos días, han pasado dos días y no tengo ningún plan para salir de aquí, volver a ver a Liam, protegerlo, hacer que arresten a mi padre y, si se puede, ser feliz.

Mientras se me ocurre algo, tengo que ir a la escuela. Pero me reuso a vender esa porquería, no lo haré. No mientras pueda evitarlo.

Solo me gano irá al no hacerlo, pero ya no me importa, he sentido suficiente miedo en mi vida como para también sentir la adrenalina que lo acompaña y lo bloquea.

Caminando por los pasillos escucho una voz que me llama, han pasado semanas que no la escuchaba.

-Chériiii- me hablo ella desde el final del pasillo, mi emoción fue tanta que corrí lo más rápido que pude con mi espalda y mi cuerpo adolorido a mano de mi padre.

Roxane, eres tú de verdad. Vienes a salvarme del monstruo que me acorrala.

-¡Rox! ¡Me alegra tanto verte, no sabes lo mucho que te esperé!- digo dándole un abrazo mientras yo recibo una maternal caricia de ella. Respiré profundamente su perfume, permitiéndome recordar cómo era antes -¿Hace cuánto saliste? ¿Cuánto llevas?- le digo en una Avalancha de preguntas.

-Ey, ve más despacio Chéri. Salí hace un mes pero decidí volver hasta ahora. Ahora, porque no vamos a las canchas. Esta más tranquilo que aquí- ella notó mi vacilacion, pues tenía que entrar a clase- Vamos guapo, no te pasará nada si faltas a una clase. Solo será hoy una vez. Quiero volver a hablar contigo-

-Esta bien- digo un poco más convencido que antes. Avanzamos por los pasillos mientras me contaba como había sido su tiempo fuera y lo feliz que estaba de regresar. Finalmente llegamos a las gradas y comenzamos a platicar bajo el cálido sol mañanero que nos envolvía como una manta.

Yo escuchando las palabras de Roxi tan atentamente como un himno; solo hubo un pequeño problema: me comencé a sentir mal. Yo culpe a la emoción de verla de nuevo, ella culpo todas las heridas que tenía en la espalda y que no se habían tratado correctamente una vez que las vió (y a qué llevaba sin comer desde las 3pm del día anterior).

-Carlo Flores, como se te ocurre ocultarlo. Ven, vamos a un salón vacío. Mierda, necesito conseguir un cigarro especial- yo me detuve ante sus palabras, congelado  por lo que escuche.

Ella era una adicta en recuperación, ¡acaba de salir de rehabilitación! Porque hace ese comentario, aunque sea una broma o no, no me gustó. Casi muere en mis brazos y no es muy placentero tener a una adicta (a la que por cierto tu le dabas mercancía) al borde de la muerte porque eres demasiado estúpido como para no venderle.

Vale, no es momento para recordar que casi la mato pero fue justo lo que pasó y escucharla decir esas palabras es como una daga en mi corazón, porque si, a pesar de que me veo duro y malo por fuera, en el fondo tengo sentimientos.

-No dijiste eso- le digo con dureza en mi voz. Al segundo me arrepentí porque sonó peorde lo que quería -Lo lamento pero... No quiero oírte decir eso. No otra vez-

-Vamos Chéri, no es momento para eso. Tienes que curar esa espalda tuya- dijo avanzando lenta y disimulada (muy mal disimulada) a través de los pasillos
Cuando finalmente llegó a un salón vacío, o eso pensamos hasta que nos dimos la vuelta y estábamos cara a cara con dos chicos, ambos con expresiones idénticas que yo había visto antes.

Tony y Sam, me proporciono el fondo de mi mente.

-Lo siento, no sabía que estaba ocupado- dijo Roxi con un ligero tono de pánico en su voz -Ya nos vamso- Dijo avanzando a la puerta tomando mi mano

-No, no se preocupen. Pueden quedarse. Nosotros nos retiramos- dijo Tony con voz amable y una sonrisa que podía iluminar un estadio.- No queremos molestar, además se ve que están en apuros eh... Carlo, ¿cierto?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

What was and will no longer be.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora