Capítulo 2: El Encuentro Inesperado

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El sol de la tarde brillaba a través de las hojas de los árboles mientras Elena se paseaba por la feria anual de Creekwood. Las tiendas de campaña, los puestos de comida y los juegos mecánicos llenaban el aire con sonidos y aromas familiares. Era el tipo de evento que unía al pueblo, donde los vecinos se saludaban y los niños corrían de un lado a otro con risas contagiosas.

Elena había ido a la feria con la intención de tomar fotos para el anuario de la escuela. Su cámara, una vieja Polaroid que había encontrado en una venta de garaje, se había convertido en su compañera inseparable. Mientras caminaba por los puestos, una tienda en particular llamó su atención. Era un pequeño stand de antigüedades, repleto de objetos curiosos y reliquias del pasado.

Curiosa, se acercó y comenzó a examinar los objetos. Entre una colección de relojes antiguos y figurillas de porcelana, vio una caja de fotos viejas. Sin pensarlo dos veces, comenzó a hojearlas. Una imagen en particular captó su atención: una foto de una joven en un vestido de verano, sonriendo bajo el sol. La chica le resultaba extrañamente familiar.

—¿Te gusta esa foto? —preguntó una voz detrás de ella.

Elena se dio la vuelta y vio a la dueña del stand, una mujer mayor con ojos penetrantes y una sonrisa sabia.

—Sí, es hermosa —respondió Elena—. ¿Quién es ella?

—Oh, esa es una vieja historia del pueblo —dijo la mujer—. Se llamaba Emily. Desapareció hace muchos años, nadie sabe qué le pasó.

Elena sintió un escalofrío recorrer su espalda. La imagen de la chica, Emily, se parecía notablemente a Jake. Decidió comprar la foto y seguir investigando. Mientras pagaba, la mujer le dijo algo más:

—Ten cuidado con los secretos de Creekwood, querida. Algunos misterios es mejor dejarlos enterrados.

De camino a casa, Elena no podía dejar de pensar en Emily y en su misteriosa desaparición. Decidida a saber más, fue directamente a la biblioteca del pueblo. Sabía que allí podría encontrar archivos antiguos y quizás, alguna pista sobre Emily.

La biblioteca estaba tranquila, con solo unos pocos visitantes. Elena se dirigió a la sección de archivos y comenzó a buscar en los periódicos viejos. Tras una hora de búsqueda, finalmente encontró un artículo sobre la desaparición de Emily Thompson, fechada hace más de diez años. La joven había desaparecido sin dejar rastro, y la investigación se había enfriado rápidamente.

El corazón de Elena latía con fuerza al leer el artículo. La conexión con Jake era innegable. Tenía que hablar con él, tenía que saber la verdad. Guardó el artículo en su mochila y salió de la biblioteca.

Esa noche, Elena decidió ir a la tienda de discos de Margaret, un lugar donde los jóvenes del pueblo solían reunirse. Sabía que Jake a veces pasaba por allí, y esperaba poder encontrarlo. Cuando llegó, la tienda estaba casi vacía, con solo unos pocos clientes hojeando los vinilos.

—Hola, Elena —la saludó Margaret desde detrás del mostrador—. ¿Qué te trae por aquí tan tarde?

—Hola, Margaret. Estoy buscando a alguien. ¿Jake ha pasado por aquí?

Margaret frunció el ceño ligeramente, pero asintió.

—Sí, estuvo aquí hace un rato. Parecía preocupado por algo. ¿Está todo bien?

—No lo sé —admitió Elena—. Creo que tiene algo que ver con su pasado.

Antes de que Margaret pudiera responder, la puerta de la tienda se abrió y Jake entró. Parecía sorprendido al ver a Elena, pero se acercó de todos modos.

—¿Podemos hablar afuera? —pidió Elena.

Jake asintió, y ambos salieron a la acera, bajo la luz tenue de las farolas. Elena sacó la foto de Emily y el artículo del periódico de su mochila, y se los mostró a Jake.

—Encontré esto hoy en la feria y en la biblioteca —dijo—. Jake, ¿quién es Emily para ti?

Jake miró la foto y el artículo con una expresión de dolor en sus ojos.

—Emily es mi prima —confesó finalmente—. Desapareció hace diez años, y mi familia nunca se recuperó. Nos mudamos aquí para intentar empezar de nuevo, pero yo no puedo dejar de buscar respuestas.

Elena sintió una mezcla de compasión y determinación. Sabía que debía ayudar a Jake a descubrir la verdad sobre lo que le pasó a Emily. Juntos, podrían desenterrar los secretos de Creekwood y quizás, encontrar un cierre para ambos.

—Voy a ayudarte, Jake —dijo Elena con firmeza—. Juntos encontraremos la verdad.

Jake asintió, agradecido. Mientras la noche caía sobre Creekwood, Elena y Jake se dieron cuenta de que estaban a punto de embarcarse en una aventura que cambiaría sus vidas para siempre.

El misterio de Creekwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora