Elena y Jake regresaron a sus respectivos hogares esa noche con el corazón lleno de emociones encontradas. El peso de la verdad descubierto en la casa aún resonaba en sus mentes, pero ahora también había una nueva capa de complicidad y afecto entre ellos.
A la mañana siguiente cuando Elena finalmente abrió los ojos, recordó la noche anterior, la adrenalina de la exploración en la casa y el calor reconfortante del abrazo y el beso con Jake. Su mente se llenó de pensamientos sobre lo que significaba todo esto para su relación.
Se levantó y decidió que era hora de hablar. Quería saber cómo se sentía realmente y aclarar cualquier confusión que pudiera haber entre ellos. Salió de casa y caminó hacia la casa de Jake, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho.
Cuando llegó a la puerta, respiró profundamente y tocó el timbre. Jake abrió la puerta unos minutos más tarde, con una sonrisa somnolienta en el rostro.
—Hola, Elena. ¿Qué te trae por aquí tan temprano? —preguntó, frotándose los ojos.
Elena sintió un cosquilleo en el estómago al verlo tan relajado y apuesto incluso después de despertarse.
—Podemos hablar un momento? —dijo con voz suave.
Jake asintió y la invitó a entrar. Se sentaron en la sala de estar, y el ambiente tranquilo contrastaba con la tormenta de emociones que Elena sentía dentro de sí.
—Jake, sobre anoche… —empezó Elena, buscando las palabras adecuadas.
Jake la miró con atención, esperando a que continuara.
—Fue un momento intenso para ambos. Y quiero asegurarme de que estemos en la misma página —dijo Elena, desviando la mirada por un momento.
Jake frunció el ceño ligeramente, notando la seriedad en su tono.
—¿A qué te refieres, Elena? —preguntó, su voz un poco más grave.
Elena respiró profundamente antes de continuar.
—Lo que pasó entre nosotros… el beso, la conexión que sentimos… ¿qué significa para ti?
Jake la miró durante un momento largo antes de responder.
—Significa mucho para mí, Elena —dijo con sinceridad—. No puedo negar que siento algo especial cuando estoy contigo. Desde que empezamos a investigar juntos, he sentido que hay algo más entre nosotros, algo que va más allá de la amistad.
Elena asintió lentamente, procesando sus palabras. La tensión entre ellos era palpable, cargada de la promesa de algo más profundo.
—Jake, yo también siento lo mismo —confesó, mirándolo directamente a los ojos—. Pero no quiero que esto complique las cosas entre nosotros, especialmente ahora que estamos tan cerca de resolver el misterio de Emily.
Jake se acercó un poco más, su expresión seria pero cálida.
—Elena, sé que esto es complicado. Pero lo que siento por ti es real, y no quiero perder la oportunidad de explorarlo juntos. Podemos manejar esto, como hemos manejado todo hasta ahora.
Elena al ver que Jake estaba tan cerca lo agarró de su pullovert y lo atrajo hacia ella, Jake comenzó a besarla, ella pasó su otra mano por detrás de su cuello para acariciar y sentir su cabello, el chico puso su mano en la cintura, Elena lo mordió, él la besó más fuerte imponiéndose a su mordida y la cargó, mientras se seguían besando.
Caminó con Elena en brazos pasando la sala hasta el comedor y la sentó arriba de la mesa. La miró, estaba roja, la chica comenzó a levantarse la blusa mientras lo separaba de ella con su pie.
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El misterio de Creekwood
Bí ẩn / Giật gânElena es una chica tranquila de preparatoria, su vida cambia cuando conoce al enigmático chico nuevo Jake Thompson, y juntos se embarcan en una misión por descubrir los extraños sucesos del pueblo Creekwood.