Capítulo 7: Ecos del Destino

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Minho y Chan continuaban disfrutando de su relación, construyendo recuerdos hermosos juntos mientras mantenían sus identidades secretas ocultas. Cada día que pasaban juntos fortalecía su conexión y, aunque el peso de sus vidas paralelas siempre estaba presente, lograban encontrar consuelo en el amor que compartían.

Una tarde, decidieron hacer una excursión a las montañas cercanas para disfrutar de la naturaleza y escapar del bullicio de la ciudad. La caminata les ofreció una oportunidad para desconectarse del mundo y sumergirse en la tranquilidad del entorno.

"Esto es perfecto," dijo Minho, deteniéndose para admirar el paisaje. "Es exactamente lo que necesitábamos."

Chan asintió, respirando profundamente el aire fresco. "Sí, aquí podemos olvidarnos de todo por un rato."

Subieron hasta la cima de una colina desde donde se podía ver todo el valle. Se sentaron juntos, disfrutando del silencio y de la compañía mutua. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos de naranja y rosa, creando un ambiente casi irreal.

"Chan, nunca me había sentido tan en paz," confesó Minho, mirando el horizonte. "Gracias por estar aquí conmigo."

Chan sonrió y tomó la mano de Minho. "Siempre estaré aquí para ti, Minho. Pase lo que pase."

Esa noche, de vuelta en la ciudad, Minho se puso su traje de Spiderman y salió a patrullar. Mientras se balanceaba de edificio en edificio, sus pensamientos volvían constantemente a Chan. Se preguntaba cómo alguien tan increíble había entrado en su vida y cómo cada momento con él parecía mágico.

En otro lugar de la ciudad, Deadpool también estaba en acción, siguiendo una pista sobre una organización criminal que había estado perturbando la paz. A pesar de su vida caótica, los pensamientos de Chan también volvían a Minho, agradeciendo la calma y la felicidad que encontraba en su compañía.

Esa noche, Spiderman recibió una llamada de emergencia que lo llevó a un almacén abandonado en el puerto. Cuando llegó, se encontró con una escena caótica: vehículos destrozados, cajas rotas y hombres armados por todas partes. Pero lo que más llamó su atención fue la figura en el centro de todo, luchando con todas sus fuerzas: Deadpool.

Deadpool estaba cubierto de sangre y heridas, pero seguía peleando con una ferocidad impresionante. Spiderman, sin dudarlo, se unió a la batalla, lanzando telarañas y desarmando a los atacantes con movimientos precisos y rápidos.

"¡Deadpool! ¿Qué está pasando aquí?" gritó Spiderman, esquivando una bala.

"¡Una trampa, Spidey! Vinieron preparados," respondió Deadpool, jadeando por el esfuerzo. "Necesito ayuda aquí."

La pelea fue brutal y agotadora. Los enemigos eran numerosos y bien armados, y tanto Spiderman como Deadpool estaban al límite de sus fuerzas. Spiderman usó su agilidad para evitar ataques letales y neutralizar a los enemigos, mientras Deadpool, a pesar de sus heridas, seguía luchando con una determinación inquebrantable.

Finalmente, lograron derrotar a los atacantes. Spiderman se acercó a Deadpool, quien estaba arrodillado en el suelo, respirando con dificultad.

"¡Deadpool, estás muy herido! Necesitas atención médica," dijo Spiderman, preocupado.

"No te preocupes, tengo mi factor de curación. Pero sí, esta vez me dieron duro," respondió Deadpool, tratando de levantarse.

Spiderman lo ayudó a ponerse de pie, y ambos salieron del almacén justo cuando llegaba la policía. A pesar de las heridas, Deadpool logró esbozar una sonrisa.

"Gracias por la ayuda, Spidey. Te debo una."

"No te preocupes. Solo cuídate," respondió Spiderman, viendo cómo Deadpool se alejaba tambaleándose.

Al día siguiente, Chan no apareció en la universidad. Minho estaba preocupado, pero trató de mantenerse calmado, pensando que tal vez Chan solo necesitaba un descanso. Sin embargo, cuando Chan no respondió a sus mensajes ni llamadas, su preocupación creció.

Después de clases, Minho decidió ir a visitar a Chan. Cuando llegó a su apartamento, tocó la puerta repetidamente hasta que finalmente se abrió, revelando a un Chan visiblemente herido y exhausto.

"Chan, ¿qué te pasó?" exclamó Minho, entrando rápidamente y ayudándolo a sentarse.

"Un... accidente," mintió Chan, tratando de sonar despreocupado. "Nada grave."

Minho miró las heridas en su rostro y brazos, y supo que no era solo un accidente. "Chan, esto no parece un accidente. Debiste ir al hospital."

"Estoy bien, de verdad," insistió Chan, sonriendo débilmente. "Solo necesito descansar un poco."

Minho suspiró y se sentó a su lado. "Está bien, pero voy a quedarme aquí y asegurarme de que descanses. No quiero que te esfuerces demasiado."

Chan asintió, agradecido por la preocupación de Minho. Mientras Minho lo cuidaba, ambos sintieron una conexión aún más profunda, conscientes del peligro que ambos enfrentaban en sus vidas secretas, aunque todavía sin revelarlo completamente.

Esa noche, mientras Chan descansaba y Minho lo vigilaba, ambos se dieron cuenta de lo importante que eran el uno para el otro. Aunque el camino por delante era incierto y peligroso, sabían que juntos podían enfrentar cualquier cosa.

un secreto bajo la mascara//MINCHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora