MINI SERIES || FREENBECKY ( G!P)

Intercambio psíquico [2/3]🧙‍♀️

FRIEND

Becky avanzó hacia mí, su mirada cada vez más intensa. La luna brillaba débilmente, apenas iluminando sus facciones endurecidas por la ira.

:- Becky, por favor, esto no está bien - intenté razonar, mi voz temblaba ligeramente mientras miraba a mi amiga con una mezcla de confusión y temor.

:- ¿No está bien? - Becky soltó una risa amarga. - Lo que no está bien es que ese muñeco de plástico se atreva a bailar con mi novia y no deje de acercarse a ella-

:- ¿Qué estás diciendo? - pregunté, tratando de mantener la calma.

:- ¿No lo entiendes? - Becky levantó una ceja, como si la pregunta le resultara absurda. - Él está tratando de interponerse entre nosotras, y no puedo permitirlo-

Mi corazón latía con fuerza, el miedo se apoderaba de mí mientras veía los materiales que llevaba en las manos.

:- ¿Para qué necesitas una pala a estas horas de la noche? - pregunté, tratando de ganar tiempo.

:- Para cavar... - respondió, con una mirada que me heló la sangre. - Para cavar la tumba de ese imbécil- susurró.

Mis ojos se abrieron con horror ante sus palabras, mientras trataba de procesar lo que estaba escuchando.

:- ¡¿Qué?! ¡Estás loca, Becky! - exclamé, retrocediendo instintivamente.

:- ¡Shhh! - me interrumpió, con una expresión despiadada en su rostro. - No querrás que te pase lo mismo que a él ¿verdad? - murmuró

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras contemplaba el rostro de Becky, un rostro que parecía haber sido poseído por una oscuridad que nunca antes había visto en ella.

:- Becky, por favor... - supliqué, temblando de miedo.

:- ¿Me ayudas o no? - preguntó, con voz fría.

Me quedé paralizada, sin saber qué hacer. ¿Cómo podía mi dulce mejor amiga haberse convertido en algo tan oscuro y aterrador?

:- Está bien, Becky - dije finalmente, levantando las manos en señal de rendición. - Te ayudaré. Pero primero, déjame ir a buscar algo que pueda ser útil- dije

Becky me miró con desconfianza.

:- No intentes nada raro - advirtió, apuntándome con la pala.

:- No lo haré - aseguré, retrocediendo lentamente hacia la puerta de mi casa.

Una vez dentro, cerré la puerta con suavidad y corrí hacia la cocina, buscando algo, cualquier cosa que pudiera usar para defenderme. Mis manos temblaban mientras rebuscaba en los cajones, hasta que finalmente encontré un cuchillo.

Respiré hondo, tratando de calmar mis nervios. Tenía que actuar rápido, antes de que Becky se impacientara. Volví a la puerta, abriéndola con cautela.

:- ¿Listo? - preguntó Becky, todavía en la entrada.

:- Sí, listo - dije, escondiendo el cuchillo detrás de mi espalda.

Caminé hacia ella, tratando de mantener la compostura. Justo cuando estaba a unos pocos pasos, levanté el cuchillo y lo apunté hacia ella.

:- Becky, suelta la pala - ordené, mi voz firme.

Sus ojos se agrandaron, y por un momento, vi a la Becky que conocía, asustada y confundida.

:- ¿Qué estás haciendo? - susurró.

:- No quiero hacerte daño, Becky - dije, con el corazón latiendo con fuerza. - Pero no puedo dejarte hacer esto. Vamos a encontrar otra manera de resolverlo, juntas.