Secuestrada. (HOT-ElRubius y tú)

Capítulo 9 (Parte 1)

-¡¿Que?!- gritamos todos a la vez mirando a _____ estupefactos.

-Sí...- dijo algo asustada. -Ya sabéis, entre familias ricas se llevan bien y nos conocimos hace años. No le veo desde el año pasado pero sé que vive en la misma casa, en Roma.

-¡Podremoh sobrevivíh!- vitoreo Mangel.

-Espera.- susurro Willy acercándose a _____ sin quitarle el ojo de encima y arrinconandola contra una pared. -¿Por qué lo has mencionado? ¿Por qué querrías tú ayudarnos, encima traicionando a un supuesto amigo tuyo? ¿Tramas algo?

-No...-susurró con la voz débil. -Pero prefiero quedarme con vosotros a irme con vuestro jefe. Además, Dylan lo me cae nada bien, es un arrogante y se cree demasiado importante por tener dinero.

Corrí hasta donde estaban y aparte a Willy de en medio para dedicarle a _____ una cálida sonrisa.

-¿De verdad te quieres quedar con nosotros?- la agarré de los brazos y la zarandee.

-Su-supongo.- sonrió levemente. Joder, que sonrisa más bonita, nunca la había visto sonreír. -Si os estáis jugando la vida para poder quedaros conmigo, creo que debo ofrecer mi ayuda.

Una semana después.

-De acuerdo, vamos a ver... Roma, 72628 de la avenida Della Pillota... ¿Tienes número de contacto?- repasó Vegetta.

-Sí, está en mi móvil. Supongo que lo tendréis vosotros.

Yo asentí y fui a cojerlo. Busqué en contactos y en efecto: +25 826 629 014

-Creo que ya lo tenemos todo...- dijo Willy. -Es hora de irse.

Todos asentimos y _____ agachó la cabeza. Le toqué el hombro para que me mirara.

-Te necesitamos, deberás formar parte de este plan si quieres sobrevivir. ¿Evans sabe algo sobre tu secuestro?

-No lo creo, está bastante recluído y no tiene trato con sus padres, así que no pienso que nadie le haya dicho nada.

-Perfecto.- sonreí. -Vámonos.

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Llegamos a Roma en unas pocas horas. Rápidamente nos dirigimos a una tienda de mujer dónde le compramos a _____ el vestido más sexy que había, ella sería el gancho.

Después de explicarle el plan ella asintió poco convencida y nos fuimos a un hotel que alquilamos para las pocas horas que estaríamos allí.

Le entregué el móvil y le ordené que llamara a Evans. Tenía que conseguir quedar con él a solas para poder secuestrarlo sin problemas.

-¿_____? ¡Cuanto tiempo preciosa! ¿Como estás?- dijo al otro lado de la línea, el altavoz estaba puesto.

-Muy bien Dyl. Te llamaba porque estoy en Roma y no sabes lo que me gustaría quedar contigo.- puso un tono de voz provocativo, tanto que hizo ponerme palote.

-Claro guapa.- le siguió la corriente. -¿Hoy en mi casa a las 10?

Todos negamos con la cabeza.

-No.- dijo con el mismo tono. -Vamos a cenar a algún sitio y luego a un hotel que tengo reservado para estos días, ¿que te parece?

-Verás cariño, es que tampoco quiero alejarme mucho de casa porque...

-¿Es que no me deseas? Vaya, supongo que me equivoqué. -lo interrumpió, joder, lo hacía realmente bien.

-No, no, nena...de acuerdo, hacemos lo que tu dices.

-Genial. A las 10 afuera de tu casa.

-Hasta luego guapa.- colgó.

-Lo has echo perfecto.- le dije. -Ahora ve a cambiarte.- me obedeció y se fue al baño.

Salió del baño tras cambiarse y wow, quise volver a hacerla mía otra vez, pero tuve que contenerme. Me dediqué a amenazar a los chicos que sólo hacían comentarios jocosos hacia su persona. Eso me molesta mucho, ____ es mía, nadie que no sea yo la puede mirar.

_____'s POV

Me llevaron a casa de Dylan tras hablar con él, estaba muerta de miedo. Si nos pillaban; ¿que me harían? La policía italiana no sabe que estoy secuestrada, me meterían en la cárcel... El jefe vendría a por mí...

Paré de pensar en cuando me si cuenta de que habíamos llegado. Ellos se quedaron esperando tras unos arbustos mientras yo seguí avanzando hasta la puerta de la mansión.

Timbré y al poco rato las puertas se abrieron conforme Dylan salió de su morada. Su ego se notaba a kilómetros. La verdad, no me importaba lo más mínimo que lo secuestraran, a lo mejor así aprendía un poco de humanidad.

-Vaya ____, estás tan bonita como de costumbre.- cogió mi mano y la besó galantemente.

-Igual que tú Dyl.- mentí. -¿Vamos? He reservado en un restaurante increíble.

-No tengo mucha hambre, ¿que te parece si vamos al hotel ya?- me rodeó la cintura, reprimí la cara de asco.

-Me parece perfecto.