I. Llegada a Rimanissan

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-Sacaremos provecho de tu contextura. Te disfrazaremos de mujer para esta misión -dice el elfo mayor de túnica verde-. Nuestro contacto en el pueblo te dará hospedaje.

Calen asiente con la cabeza, con las manos entrelazadas detrás de la espalda y la mirada hacia el frente.

-Sé que el espionaje no es tu especialidad, pero tenemos una buena razón para encargarte esto -continúa el jefe-. El sujeto al que estamos buscando es uno muy peligroso. Debemos enviar a alguien que pueda hacerle frente en caso la situación lo amerite. En tres años no hemos tenido noticias de su paradero. No podemos desaprovechar esta oportunidad. Aunque solo sea un indicio.

El elfo de cabello rubio asiente nuevamente y se da media vuelta para salir de la estancia.

* * * * * * * * * * * * * * * * * *

Luego de un viaje de dos semanas, Calen se encuentra de pie en la entrada de una taberna. Entra al local y ve a una mujer de cabello castaño limpiando las mesas.

La mujera levanta la mirada del piso y lo examina por unos instantes antes de dirigirle la palabra. Calen viste una túnica verde con detalles dorados, complementada por un corsé marrón que proporciona soporte. Lleva pantalones marrones y botas de cuero. En la cabeza, porta una cofia verde y un velo turquesa que cubre su nariz y boca.

-Bienvenida a Rimanissan -saluda la mujer y le invita a seguirle-. Mae siempre ha sido muy específico describiendo a la gente. Te reconocí casi al instante.

Calen sigue a la mujer hasta el segundo piso y luego hasta una de las habitaciones de la izquierda. Descubre que la mujer se llama Silvy, es dueña de la taberna y anteriormente fue miembro del clan al que pertenece Calen hasta que decidió tener una vida más tranquila y funcionar como informante a la vez que manejaba el local.

-Debes haber leído el reporte -comenta Silvy-. Es extraño ver tantos endermans juntos. Algo lo debe estar provocando y a ese sujeto siempre se le ha relacionado con esas criaturas -Calen asiente-. No te quiero agobiar. Ya tendrás tiempo de conocer el pueblo y a sus habitantes. Dime cuando necesites algo.

-Gracias -dice el elfo de ojos verdes.

-Oh. Sí hablas -se sorprende Silvy.

La dueña de la taberna lo deja solo. Calen desempaca sus cosas y cuando acaba, da otro vistazo al informe de la misión.

Herobrine. Raza: aparentemente humano; cabello: oscuro; ojos: permanentemente blancos y brillantes; piel: clara; habilidades conocidas: teletransportación y manejo de la magia antigua sin necesidad de un catalizador. Nunca se le ha visto portando armas o armadura.

El elfo dobla la hoja en cuatro luego de leer y la oculta entre sus pertenencias, que consisten en ropa, objetos para el viaje y herramientas de astrología que forman parte de su fachada.

Aún falta para que oscurezca, por lo que sale a conocer Rimanissan. Es un pueblo medianamente grande, de al menos cincuenta edificios sin contar negocios o el ayuntamiento. Se ha ido expandiendo en los últimos años, por lo que la gente se ha acostumbrado a recibir visitantes cada tanto, los cuales a veces se quedan a vivir allí.

Calen pasa la tarde en la plaza. Se acerca a los puestos y entabla conversación con la gente del lugar.

Continúa así hasta que una pareja le recomienda ir con el herrero de armas para conseguir protección. Le señalan que su oficio le exige alejarse del pueblo y se arriesga a encontrarse con monstruos. Además, le advierten que en los últimos meses el número de endermans ha aumentado dramáticamente cerca del pueblo.

El elfo rubio es guiado hasta el taller del herrero, al que se le escucha martillar desde afuera. Calen toca la puerta, pero como no obtiene respuesta, entra sin más.

Espera en la entrada y observa al herrero, un joven musculoso de cabello negro que golpea un pedazo de metal al rojo vivo con un martillo. El joven deja lo que está haciendo en cuanto se percata de su presencia.

-Cómo te ayudo? -pregunta el herrero-. No te me haces conocida. Soy Thomas.

-Calen, astrónoma -dice con la mano en el pecho-. Necesito protección.

-Mmm. Qué clase de armadura estás buscando? Eres delgada y un tanto pequeña. No te conviene una armadura pesada -comenta Thomas mientras busca en una pila de papeles que descansan en una mesa vieja-. Qué te parecen estos?

Le alcanza unas cuantas hojas con planos de un brazal, una greba y un cuirass corto. Los sostiene en alto.

-Casi no restringirán la movilidad y serán ligeros. El cuirass será de cuero y el resto lo haré de hierro -explica el herrero-. Siendo piezas pequeñas podrías considerar hacerlas con diamante, pero poca gente se lo puede permitir.

-Hierro está bien.

-Hierro será -se da la vuelta y coge una libreta negra de la mesa-. Lo tendré listo en tres días. Eres nueva en el pueblo, verdad? -el elfo asiente-. Vienes a quedarte?

-Aún no lo decido.

-Ya veo -apunta algo en la libreta-. Hace cuánto llegaste?

-Hoy mismo.

-Es duro cuando no conoces a nadie. Yo llegué hace un par de años con mi hermana. Aunque ella ya no vive aquí -comenta Thomas-. Puedo mostrarte el lugar si quieres -propone el herrero.

Una chica entra al taller antes que Calen pueda responder.

-THOMAS, ya está listo mi casco de oro? -pregunta nada más entrar.

-Hola María. Aún sigues con la idea de ir al Nether? -pregunta el herrero mientras va a por el casco-. Te dije que es peligroso.

-No es distinto a salir todas las noches a cazar monstruos o sí? -replica María-. Además, no iré sola. Seremos un grupo de al menos diez personas.

Calen presta atención a esto último.

-Cazas monstruos? -pregunta Calen mirando a Thomas. Ve algo de recelo en su rostro antes de responder.

-Es como un segundo trabajo -explica el joven-. Los clérigos pagan bien por carne de zombie y los agricultores hacen lo propio por polvo de hueso.

El elfo escucha atento hasta María le golpea amistosamente el costado con el codo.

-Tú debes ser Calen. Silvy me habló de ti hace un rato.

El rubio responde el saludo y se queda a conversar en lo que Thomas le da unos toques finales a la armadura de la chica. Aunque Calen no tiene oportunidad de hablar mucho ya que María nunca se calla. Cuando se hace tarde, la chica se ofrece a acompañarlo de regreso a la taberna.

La taberna de Silvy queda en la calle principal, que conecta los dos portones del pueblo. El elfo apaga la vela del cuarto en cuanto sube y en la oscuridad espera a que el herrero pase por allí. Tal como dijo María, cerca a la medianoche ve pasar a Thomas llevando peto y grebas de diamante.

Para no levantar sospechas, Calen espera hasta la segunda noche para seguirle.

Igual que el día anterior, Thomas sale del pueblo avanzada la noche y el elfo lo sigue de forma sigilosa.

Para saltarse el control de la puerta, camina pegado al muro hasta encontrar un árbol. Lo escala con destreza y salta la pared de piedra. Ha perdido un poco de tiempo, pero la armadura que lleva Thomas debe retrasar su marcha.

El elfo lleva consigo una pequeña bolsa con una libreta e instrumentos pequeños de astronomía en caso se encuentre con alguien.

Calen avanza por la explanada hasta que llega a una colina desde donde puede ver a Thomas. Se echa en la hierba y le mira alejarse del pueblo. Luego de seguirle con la mirada por un rato escucha gruñidos detrás suyo. Deduce que es un zombie.

Pone la mano en la empuñadura de la daga. Gira rápidamente sobre su sitio y encara al monstruo, preparado para atacarle de un salto. Sin embargo, antes de poder hacer algo, alguien se adelanta y lo decapita por detrás. El corte es rápido y preciso, demostrando la destreza de su salvador. La criatura cae hacia un costado, permitiéndole ver a la persona detrás.

-Es peligroso estar aquí de noche -dice un hombre con armadura de hierro. Se quita el casco y lo examina con el ceño fruncido-. Tú eres la que llegó ayer, verdad?

El elfo y el tipo de ojos blancos (mundo de Stally)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora