I. Atado de brazos y piernas

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El librero lleva las manos hasta donde se atan los brazos del elfo con el poste de madera y de un tirón, lo manda más abajo. Vuelve a la posición de antes y rasga el traje del elfo por la zona anal. Lo agarra por debajo del trasero y lo empuja hacia arriba, haciendo que mire hacia él.

-Listo? -pregunta Herobrine mientras acerca el rostro hacia la zona más indecente el elfo.

-Mmrrrhhgrgr -se estremece Calen cuando la lengua del librero se posa en su entrada.

El de cabello oscuro coge las piernas de Calen para mantenerlas hacia arriba y permitirle un mejor ingreso. Frota la lengua contra el perineo, haciendo que el elfo se estremezca aún más. Sin apresurarse, desciende la lengua hasta llegar a la zona anal.

Posa la lengua en su ano y rodea toda la zona haciendo movimientos circulares. Calen intenta zafarse de la soga que aprisiona sus brazos, pero es en vano. Herobrine es bueno haciendo nudos.

El sujeto continúa así por varios segundos y luego introduce su lengua dentro de Calen. La frota contra las peredes de este último y la mete lo más profundo que puede.

Cuando se cansa su boca, introduce los dedos dentro de Calen. Lentamente, mete y saca el dedo medio junto al dedo índice y consigue que el elfo se termine de soltar. Satisfecho, mira hacia adelante.

-Creo que estás incómodo -dice el de ojos blancos y nuevamente lleva las manos hasta donde están atados los brazos de Calen-. Te desataré para lo que sigue.

-NO! -dice a través de la máscara. Herobrine lo observa, confundido. El elfo rubio baja el tono y agacha la cabeza-. N-no quites las sogas, por...favor.

-Aaahhh -entiende el librero-. Fetichista, eh? -sonríe y se pone de pie-. Igual tengo que ponerte más arriba.

Herobrine le hace una señal y espera a que el elfo se ponga de cuclillas. Luego afloja un poco el amarre de los brazos con el poste. Cuando está a la distancia que quiere, vuelve a ajustar el nudo y se asegura que Calen no pueda zafarse.

El de ojos blancos se coloca frente al elfo y se agacha, coloca sus manos en la parte posterior de las rodillas del elfo, justo encima de la zona donde se flexionan las piernas. Luego lo levanta y se posiciona en medio de ellas.

Agarra con fuerza la pierna izquierda de Calen, presionándola contra su cuerpo, mientras que con la otra mano sostiene su miembro y lo dirige hacia la entrada del elfo.

El rubio baja la mirada unos segundos y se sorprende al verlo algo más grueso que la última vez y se ruboriza. Además, sus pezones están descubiertos porque Alfonso rasgó la tela, por lo que puede ver lo rojos que están.

Herobrine encaja la punta en la entrada del elfo y lo introduce poco a poco. Calen se estremece y le aprieta mientras este llega más profundo.

El de ojos blancos levanta la mirada hacia su acompañante y disfruta la escena. Los pezones del elfo están bien estimulados y erectos, sobresaliendo un poco del traje y sus piernas tiemblan mientras se abre paso.

Coloca la mano libre debajo del trasero de Calen y la desliza hacia arriba, hasta la mitad del muslo al igual que la otra mano. Retrocede la cadera y se desliza hacia afuera, haciendo que las pupilas del elfo miren hacia arriba, para luego volver a meterlo un tramo corto.

Herobrine repite esto varias veces, apoyándose en las piernas para hacer el movimiento más frecuente. Calen gime detrás de la máscara y se deja seducir por los vaivenes del librero.

Si bien no es una posición cómoda por la soga, el hecho de estar a merced de aquel a quien hace poco quería capturar es suficiente para excitarlo y disfrutar como el miembro de este mismo invade su interior, rozando sus paredes internas y próstata.

-Cómo aprietas. Mmmph. Cómo se siente? -pregunta el de ojos blancos-. Hnngg.

El elfo quiere decirle que siente bien, pero no puede hablar. Así que, como respuesta, aprieta el trasero cuando el librero lo vuelve a penetrar, haciendo que no pueda sacarlo.

-Nnnhgg -se medio queja el librero-. Quieres jugar, eh?.

Baja el centro de gravedad de ambos y comienza a embestir a Calen con más fuerza, haciendo que este gima con una intensidad similar.

El poste tiembla al igual que la mente del elfo. Este hace acopio de voluntad para no desmayarse y así seguir disfrutando de los embistes de Herobrine.

El de ojos blanco se pega más hacia Calen, sin dejar de moverse allí abajo. Acerca el rostro hacia el elfo y pega su boca contra la máscara del primero, en la zona donde estarían sus labios.

Calen tiene dificultad para respirar, pero lo disfruta a más no poder. Por un momento, su mente divaga y piensa en el tiempo que estuvo en el clan, en el duro entrenamiento y en cómo le enseñaron a suprimir sus deseos por el bien del grupo y las misiones.

Pero ahora eso es historia, pues está siendo penetrado por una de las mayores amenazas de su gente y lo goza como nunca antes había hecho. Siente cómo su miembro estalla adentro del traje. Los labios de Herobrine siguen impidiéndole respirar por ahí. Calen piensa que, tal vez, esa no es una mala forma de irse.

Para su suerte, en ese momento, la madera cruje y el poste tiembla fuerte. Antes que el librero pueda detenerse, el poste cede y ambos caen junto con el. Herobrine apoya las manos a tiempo para no aplastar a el elfo, que de por sí ya ha recibido un buen golpe.

-Estás bien? -pregunta Herobrine y le ayuda a sentarse. El elfo asiente y sus brazos se separan, se liberó tras la caída-. Oh -el librero se da cuenta y luego mira hacia abajo-. Aún no acabo. Te importaría si…?

Antes de terminar la pregunta, Calen junta las muñecas y las extiende hacia el de ojos blancos. Este entiende lo que quiere decir. Coge la soga del piso y se dispone a amarrarlo, pero antes de hacerlo, se detiene a pensar.

Luego le pide a el elfo que de media vuelta y que entrelace los brazos detrás de la espalda. Le amarra los brazos y mediante nudos los une a las otras sogas que pasan entre las piernas del elfo y al rededor del pecho.

-Prueba zafarte -le pide al elfo. Este se mueve hacia un lado y hacia el otro, intenta separar las piernas y despegar los brazos de las costillas, pero es inútil-. Perfecto.

Pone la mano en la espalda de Calen y lo empuja hacia adelante hasta que su cabeza toca el piso. Los pies del elfo quedan en el aire y son las rodillas las que sirven de soporte.

-Sé que estás incómodo -dice Herobrine-, pero esto es demasiado excitante. No me culpes si se me van las manos.

Antes del siguiente round, coge el trasero de Calen y agacha la cabeza para volver a lamerle allí atrás. El elfo se estremece por el fuerte estímulo, pero poco puede hacer. El librero pasa la lengua alrededor del hoyo, tomándose un tiempo para ver cómo se expande y contrae por la acción de antes.

La caída provocó que el traje se rasgue más y que el miembro de Calen quede expuesto. Herobrine se aprovecha esto, coge el pene del elfo y lo lleva hacia atrás. Comienza succionándole las bolas hasta que el miembro de este se pone duro.

Una vez lo consigue, Herobrine lo masturba a la vez que lo estimula en la parte de atrás con la boca. Calen se desespera y pega la frente contra el piso para evitar que el librero vea su expresión, pues ya no tiene la máscara. Luego de unos minutos, el hombre de ojos completamente blancos queda satisfecho con su trabajo.

Entonces, Herobrine se endereza y pega la pelvis contra la retaguardia del elfo. Calen, atado de brazos y piernas, solo puede esperar ansiosamente lo que viene. Entonces, Herobrine deja caer una mano sobre su culo.

-Voltea a verme, Calen -también posa la otra mano sobre su trasero y lo aprieta-. Quiero ver qué cara haces.

El elfo y el tipo de ojos blancos (mundo de Stally)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora