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Quien pensaría que tendria tan mala suerte...

Toda mi vida pensé que sería una especie de libertad plena, que llenaría mis caprichos. Sin embargo, no todo fue como quería...
A mis tres años mi padre falleció en un accidente. Mi madre estaba gravemente enferma desde antes, y no tardó mucho en fallecer. Descubrí tener una media hermana, la cual no me prestaba mucha atención, pues pasaba encerrada en su habitación hablando por chat con su amado novio, el cual no conocía. Por alguna extraña razón, el abuelo ya lo había aprovado tras haberlo conocido y visto más de una vez. Pero Emma jamás se atrevió a mencionarme siquiera el nombre de ese tan mencionado amor de mi querida hermanita. También tenía un hermano mayor, pero fue asesinado brutalmente de manera accidental por Kazutora. Uno más de mi grupo de amigos. Ese día Kazutora fue internado a un reformatorio por un período de tiempo hasta que tome consecuencia de sus actos. Mientras tanto Baji, quien también estuvo involucrado, solo fue interrogado y liberado temporalmente hasta asegurar las pruebas. Tras haber todo eso pasado, se le otorgó libertad, y Kazutora salió a los 15 años. Cuando nos volvimos a reunir todos, Kazutora ya no me veía como uno más de sus amigos. Si no como un enemigo, como si hubiese sido yo el culpable de sus desgracias...

En fin, eso no es lo que venía a contar. Si no les quería mencionar sobre el verdadero significado de que mi vida es una "Desgracia"...

─࣪─͟─◌┈࣪͟┈─͟──﹙🐾﹚─࣪─͟─◌┈࣪͟┈─͟──

Manjiro vagaba con un semblante tranquilo. Arrastrando con pereza sus pies, mostrando la mayor de las despreocupaciones a su paso. A pesar de ser consciente de la mierda que estaba ocurriendo con la estabilidad de sus amigos luego de la "libertad" de Hanemiya. Mantenía un aura irresponsable, aunque internamente y a escondidas, sus hombros cargaban incontables kilos de problemas u responsabilidades, que eran injustamente posadas sobre el.

Para olvidar todos los problemas que sus estúpidos caprichos e ira causaban. Manjiro, adopto un estilo de doble vida. El chico que siempre era de día con su familia y amigos, un Manjiro amable, irresponsable, empalagodo, infantil y cariñoso. Mientras en las noches se escapaba en compañía de la oscura noche profunda sin rastro alguno de luz. Quitandole toda esperanza al pobre Rubió de mejorar su inútil rumbo e intentos de arreglar todo. En aquellos mantos galácticos, su rumbo era directo a bares donde entraba ilegalmente al ser menor de edad. Tomaba tragos fuertes para calmar el ardor en su pecho, y callar las voces de su cabeza que le Proclabamaban venganza por si mismo. Y las imágenes de personas anónimas apuntándole con escoria a su persona, culpandole. Con cada palabra de auto reclamación en su imaginación, 5 gramos eran agregados a su carga de ya más de 1000 kilos ficticios sobre sus exahustos hombros.

-dejó caer la copa, estámpandola con la mesa al terminar de vacear su contenido en su boca agria de sabores dulces y amargos por el vino y las combinaciones de diferentes licores consumidos. -listo. ¿Que queda de nuevo por probar? . -hablo el Rubió, quien se mostraba ya algo ebrio luego de haber consmido variedades de alcohol dejando a un Manjiro completamente borracho pero hablaba en una tonalidad divertida.

-el bartender, quien terminaba de secar una copa Con un paño limpió, dejó su tarea a un lado para filtrar su atención a su cliente de el día a día. Y curiosamente un chico que le había flechado. -lo siento Manji-chan, pero se nos acabaron los licores. Hoy hubieron muchos clientes. Quizá puedas ir a comprar fuera. -contesto amablemente el mesero, dándole una cálida sonrisa de disculpa. Antes de retomar su trabajo y terminar de limpiar un retirar vasos que anteriormente mantenían cocteles.

-ahg.. Mierda. -murmuro frustrado.

...

Tras un largo rato de auto reclamos, y Peresozoria, Finalmente Manjiro se dignó a dar un pequeño brinco por su estatura y bajar de su asiento hasta nadar entre la gente buscando algún vendedor colado, de el no se hayan dado cuenta. No tardo en encontrar un hueco a parte algo vacío, que le llamó su curiosa atención.
Cabellos rubios se vieron asomado por la descubierta puerta que llevaba a un lugar completamente a oscuras. Manjiro creyó que encontraría la ecsena más erótica existente, como un hombre follandose a una "damisela". Si no es por decir puta que andase por ahí dispuesta a resfregar su culo a quien sea. Para su suerte. Al contrario de esto, una señora de mayor edad-algo que le extraño en gran magnitud- causando que su interés impertinente le guiará a un camino invisible en dirección a la misteriosa mujer.

Amor Felino [DraKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora