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Un mes, otro mes y otro mes.

Cada día Emma se preocupaba más por su hermano.

Ah este punto la policía ya había dejado el caso a un lado. Aun no se sabía nada sobre Manjiro Sano, hace por lo menos unos cuatro meses. Algunos rumoreaban que estuvo juntando dinero desde que Kazutora salió de la carcel y se escapó apenas cumplió los 18 hacía algún otro país. Otros decían que quiza el había muerto o algo por el estilo. O también que encontró un ligue, que finalmente se ganó su corazón y se fue a vivir junto a su amor. Mientras que incluso algunos decían que su desaparición era obra de los aliens.

¿Extraño, no?

Emma seguía paranoica por el tema. Cada que se juntaba con su novio era el tiempo donde podía calmar su ansiedad. Sin embargó las noches llorando eran incesantes. Estaba a punto de quedar sola. Si Manjiro no aparecía, ¿que sería de ella? Extrañaba por completo a su hermanito. A ese punto de que en la mañana al levantarse para preparar el desayuno. Ponía tres platos a su lado y sacaba los huevos repitiendose que la llema debería ir aplastada. Hasta que el sonido de la cascara quebrandose, abriendo el huevo y la cayendo a la sartén bruscamente causando un salpicon de aceite que quemo la mano de la chica, obligandola a retroceder.

-ahg!. -gimio de dolor tomando su mano herida, el dolor de la quemadura era ardorosa. Pero lo que más dolía era su pecho comsumiendose al darse cuenta que estaba haciendo el clásico desayuno que siempre le preparaba a Manjiro.

Sin aguantarlo más Emma apagó el fuego de la estufa y estallo en un ligero llanto.

¿Donde estaba su hermanito para que la consuele..?

Solo el podía hacerlo. A su manera, era diferente pero apreciaba el esfuerzo que hacía Manjiro por verla bien.

Era una horrible sensación consumiendo su pecho en un ardor insesante..

...

Por otro lado. La razón de la preocupación de cientos, estaba viviendo las mejores épocas de su vida si no fuese porque era un Gato.

Manjiro como era de costumbre iva en el espacio restante de la moto Kawasaki de Ken. Quien iva a un ritmo lento para así no espantar al felino. Claro, el no sabía que cuando Manjiro era un humano amaba andar en su bobi a lo rápido y furioso por las calles, con el fuerte viento haciendole en contra mientras lo recibía en su rostro orgulloso de su enfrentamiento ganador.

Ambos ivan camino a la tienda mascotas.

Debido a un pequeño problema que últimamente Ken había tenido con una felina. En otros pisos más bajos, por debajo de el burdel. Por supuesto que había más personas con mascotas. Y en especial gatos, al ser estos ma transportables y tranquilos. Sin embargó, una señora con una familia relativamente estable tenía una gata que había entrado en celo.

¿Y que creen? ¿Que Manjiro cedió a sus encantos?

Nahh.

Mikey no se inmutaba en lo absoluto. Por lo que al la vecina saber de ello, decidió consultar a Ryuguji una vez que lo encontró por salir de él edificio..

-Hola, hola vecino. -saludo amablemente una chica de no tan alta estatura mostrando una cálida sonrisa a su compañero de edificio.

-oh, hola.. -Correspondió el saludo por cortesía, mientras alzaba su mano como saluda dirigiendo ligeramente su mirada y después mover sus pies dispuesta a continuar en lo que estaba.

-¡oh, oh! ¡Espere Ken-Kun! Quería hablar algo con usted. -le llamo nuevamente la chica.

-¿ah?. -Ryuguji volteó y se detuvo ahora prestando correctamente su atención en la castaña.

Amor Felino [DraKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora