Capitulo 15.

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›› 35 VOTOS = CONTINUACIÓN.

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Las explicaciones del profesor, como un espejismo en el desierto, se tornaban borrosas y esquivas para Ganke, atrapado en laberintos numéricos.

Su foco de atención no estaba en la clase... Bueno, realmente no sabía ni en que lugar tenía la cabeza.

Todo en el salón se sentía tan tranquilo que abrumaba; Solía ser un lugar muy alborotado y plagado de energía. ¿Ahora? Sólo es un aula muerta en donde todos parecen haberse puesto de acuerdo para guardar silencio, uno muy sepulcral para su gusto.

El ambiente era más tenso que de costumbre. Parecía cómo si hubiera pasado algo, y todos estuviesen conscientes de ello, sólo que en vez de hablarlo, prefieren obviarlo y no darle muchas vueltas al asunto.

Esa extraña descripción, iba acorde a lo que sentía Ganke en ese momento, intensificando ese pensamiento entre más vueltas le daba a un hecho que lo empezaba a preocupar.

Habían pasado ya varios días desde el último día de clases en el que vio a Miles y a Peni; Curiosamente, los dos desaparecieron cómo si de arte de magia se tratase.

Miles le dijo que no se sentía muy bien y que quizá se iba a ausentar por un tiempo; Lo cual, hasta el momento, ha cumplido al pie de la letra.

Pero, ¿Y qué hay de Peni? Ella tampoco ha vuelto a clases desde ese día, y al parecer, nadie en esta maldita escuela, parece interesarle por lo menos.

Todo esto, era demasiado extraño...

— Joven Ganke. — Exclamó una voz, haciendo entrar en razón al coreano — ¿Qué tiene que decir usted al respecto? — Cuestionó el profesor con una voz irritada, no agrandandole mucho la idea de que un alumno suyo lo este ignorando olímpicamente.

El coreano parpadeo un par de veces mientras miraba a sus alrededores; Todos lo miraban espectantes, pero parecían tener una particularidad en su rostro. Cada alumno mantenía una expresión de piedra, cómo si hubiera algo que los carcomiera por dentro.

Hubo una, que pareció susurrar algo, que sin importar la distancia, pudo ser comprendido por el coreano.

Buscalos, te necesitan.

Ganke se abrumó aún más de lo debido, tallandose los ojos con desespero hasta recobrar la normalidad en su percepción; notando que esas miradas ya no estaban.

— «Dios, creo que me estoy volviendo loco» — Pensó el chico, antes de derrumbarse en su pupitre exhalando con fuerza.

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Las cosas no cambiaron mucho de cara al receso. Esa paranoia aún estaba presente en él, sin dejarlo respirar en algún momento en concreto. Caminaba por los pasillos en modo automático, mientras su mente no dejaba de maquinar pensando en todo lo sucedido hasta la primera hora.

La ausencia de Miles y Peni, el extraño ambiente, esa alucinación...

Todo le gritaba a la cara que lo hiciera, que averiguará sobre la situación de ellos.

Y cómo si algo en el destino lo quisiese, su inconsciencia a la hora de caminar, provoco que se chocara con alguien, casi tropezando.

— Agh, ¡Fíjate por dónde caminas, idio-

¿Ganke...?

El jóven coreano se quedo mudo, ante la repentina aparición de Gwen. Su rostro se endureció, al pensar en todo lo que Miles le había comentado de esa situación en el centro comercial.

Gwen se estremeció un poco al sentir la mirada penetrante del mejor amigo del moreno. Su apariencia física había cambiado pero no de forma drástica; Su cabello se encontraba algo más corto, más o menos a la altura de sus hombros, con un mechón rosado sobresaliendo del mismo. Mientras que su rostro lucía algo apagado, además de unas marcas algo reconocibles debajo de sus párpados.

Al analizarla, Ganke se percató de ese cambio sutil pero remarcable que había dado la rubia; Lo que plago de dudas su mente, aún más de lo que ya lo hacía todo lo sucedido.

Se quedaron ahí, viendose mutuamente sin decir una palabra, mientras que el tiempo transcurría de forma diferente a la de su perspectiva.

En eso, la chica se adelantó, dejando salir algunas palabras de su boca.

— Necesito hablar contigo... Claro, sí es que me dejas.

Ganke parpadeó un poco al oír esas palabras; Gwen ciertamente no fue muy cercana a él. Sí, se conocían por Miles, pero más alla de alguna vez en la que concordaron en un grupo de trabajo escolar o en alguna de las charlas con el moreno, no hubo mucha interacción entre ellos dos.

— «¿Debería...?» — Se preguntó a sí mismo.

Le causaba dudas las intenciones de la rubia. Después de oír y ver lo que desencadenó sus acciones con su amigo, y más sobretodo, lo sucedido con ella y Hobbie, le era difícil darle aunque sea un gramo de confianza.

Pero, por otro lado... Ella quizá podría desvelar algo en su versión de los hechos; o quizá le diga otra cosa que no tenga que ver con eso.

Al fin y al cabo, estaba adelantandose a los hechos.

— «Supongo que no tengo nada que perder...» — Pensó, mientras inhalaba y exhalaba su aliento. — Está bien, hablemos.

CONTINUARÁ.

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¡Hola..! :D

Espero que estén bien. Sí lo preguntan, sí, yo también estoy bien. Han sido semanas difíciles, pero he sabido reponerme y así, traerles un nuevo contenido de este fic.

Planeo hacer los capítulos más cortos, a lo mucho 1000 palabras. Los capítulos más cruciales si ameritaran una duración más extensa.

Pero bueno, mientras tanto, los dejo con esto que llevo escribiendo desde hace unos días.

Espero les guste, ¡Cuidense!

—Noir.

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𝙏𝙍𝙐𝙀 𝘾𝙊𝙇𝙊𝙍𝙎; 𝐌𝐢𝐥𝐞𝐬 𝐱 𝐏𝐞𝐧𝐢 𝐏𝐚𝐫𝐤𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora