2. Los lazos que nos unen

695 101 2
                                    


Sus manos se entrelazaron tímidamente, Shoyō mira de reojo a su acompañante, casi intentando descifrar sus pensamientos. Al darse cuenta de que estaba siendo observado, Kei giró levemente para encontrarse cara a cara con el pelirrojo. Sin parpadear, se acercó lentamente a su rostro. Se miraron por unos segundos y, cuando Shoyō estaba a punto de hablar, Kei lo jaló contra su cuerpo, uniendo sus labios en un beso suave.

—Kei... no creo que sea buena idea —murmuró Shoyō con timidez.

—Lo siento, me dejé llevar.

Volvieron a juntar sus manos de forma cálida, aún tímidos pero disfrutando del contacto.

—Shoyō, he estado pensando... —Kei miró por el rabillo del ojo al pelirrojo—. ¿Crees que es el momento para formar una familia?

Hinata lo observó sorprendido.

—¿Formar una familia? —se quedó pensativo—. Yo, siempre he querido ser padre... y sé que tú también. Pero, ¿no crees que aún somos jóvenes? Estamos en la universidad...

—Claro, no tiene que ser un futuro inmediato, solo qué... es solo que no puedo evitar pensar en nuestro futuro juntos. Sé que eres mi destinado y quiero hacer todo contigo, solo creo, que estoy muy impaciente —se distanció un poco de Hinata—. Lo siento, tal vez se debe a que mi celo se acerca —cambió de expresión por una más coqueta, acercándose peligrosamente al lóbulo de su oreja y mordiéndolo suavemente—. Entonces, ¿qué piensas?

El rostro de Shoyō se tornó rojo y su corazón latía con fuerza. La idea de ser padres lo llenaba de emoción, aunque también de dudas.

—Kei, es un paso muy grande... pero si es contigo, sé que todo saldrá bien. Nunca harías nada para causarme daño.

Kei tomó sus manos con firmeza pero con ternura.

—Claro, yo también tengo dudas. Es inevitable. Vamos a dar un gran salto a otra etapa de nuestras vidas. Pero si es contigo... —levantó la mirada y sonrió—. Entonces no tengo ninguna duda, porque sé que tú eres mi destino.

—Sí, kei. Quiero que tengamos una familia. Pero, primero, ¿No crees que nos estamos saltando un paso muy importante? — Hinata sonrió divertido al ver la cara confundida de su novio—. Bueno, en realidad creo que son dos.

—Por supuesto, no planeo tener hijos fuera del matrimonio. Nos casaremos primero—. dijo torpemente nervioso

—Uh, claro. Pero no me refería a eso—. hizo un pequeño puchero y con disimulo giró un poco la cabeza a otro lado para que Tsukishima pudiera ver su cuello.

En seguida Kei comprendió el mensaje y se apresuró a decir: —¡No lo he olvidado! —Bajo la mirada sumergido en sus propios pensamientos—. Formaremos una familia de la manera correcta —sonrió con seguridad entrelazando sus manos—, paso a paso.

Hinata no pudo evitar pensar que, sin duda alguna, había elegido a la persona correcta. A su destino.

» 𝗧𝗿𝗮𝗶𝗻 ©;; Tsukihina ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora