Cap #.10: Festival de Citas; Parte 4.

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Gladio caminaba por las calles algo perdido. No literalmente, pero si de forma metafórica. Su mente era un cúmulo de pensamientos que iban de uno a otro lado sin encontrar una salida clara.

          Había querido proponerle a Cindy… ni  siquiera él lo sabía con exactitud. Lo veía ahora como una estupidez. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?

          Era más que obvio que aquellas dos estaban en una cita.

          Sintiéndose como un verdadero estúpido, suspiró pesadamente, siguiendo el camino sin determinar, hasta llegar a la zona donde más restaurantes habían. Estaba bastante concurrido. Notaba el hambre entre sus entrañas y no era para menos, entre una cosa y otra, poco había comido por los nervios. Decidió entonces con ese pensamiento buscar una mesa donde sentarse. En un golpe de vista con su altura imponente, intentó localizar un sitio libre, encontrando el ansiado espacio vacío en una esquina.

          Con paso fingidamente resuelto decidió que calmaría su corazón roto con comida y buena bebida para quitar sus penas… hasta que se percató con fastidio que la mesa estaba ya ocupada.

          Chasqueando la lengua sonoramente fue a marcharse, hasta que se fijó bien en la persona completamente sola que estaba ahí sentada, cabizbajo.

          Ignis.

          Tuvo un estremecimiento involuntario.

          Sin pretenderlo, respiró bruscamente, calibrando en unos pocos segundos si le valía la pena si quiera saludarle o simplemente irse a otro local a buscar sitio cuando aún no se había percatado de su presencia.

          Su cuerpo decidió por él, dando un paso al frente y sentándose con su amigo.

          –Hey. –Dijo algo brusco.

          Su interlocutor dio un respingo, mirándole pasados unos segundos. Su cara estaba genuinamente sorpresiva.

          –Gladio… –Musitó. –¿Qué haces aquí?

          El mentado apretó el rictus, cuadrando los brazos.

          –¿No puedo saludarte? Iba a comer algo, pero si quieres me busco otro asiento.

          –¡No, no! No era eso, por favor… quédate. –Terminó diciendo, conciliador. –Simplemente no lo esperaba. –Terminó de matizar.

          Gladio alzó una ceja.

          –¿Por qué estoy cabreado contigo? –Preguntó, intentando leer el carro de sus pensamientos.

          El hombre parpadeó, algo confuso porqué le hubiera hecho la pregunta, asintiendo.

          –Entre otras cosas.

          El mayor le miró, interrogante.

          Ignis pareció quedarse unos instantes pensativo, sin saber si decir aquello que pensaba o no, pero al final dejó escapar el aire, y dando su brazo a torcer.

          –Sí. Como ibas a buscar a Cindy…

          Gladiolus se puso tenso. ¿Tan fácil era entrever sus pensamientos?

          –Andaba ocupada. –Se quedó un momento en silencio, analizando a su compañero, soltando lo que le vino a la mente justo en ese instante cayendo en la cuenta mientras lo decía. –¿Tú sabias que batea en otra liga?

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