Subir por las escaleras hacía la habitación fue una completa odisea. Noct llevaba a Promtpo en brazos sin poder soltar sus labios un solo segundo. El príncipe no atinaba bien el pie, haciéndolos trastabillar, pero apoyándose ambos en la pared, riendo cada vez más fuerte, pero sin que durara demasiado, repletos de necesidad.
Llegaron al piso de arriba y tomaron una de las camas, dejándose caer. El chocobo de peluche saltó por la intromisión, quedando en el suelo olvidado. Noct se separó un instante, mientras que Prompto le ayudaba a quitarse la camisa, extasiado. Desde que tuvieron aquel encuentro en la penumbra en el festival de asesinos, Prompto no había podido quitarse de la cabeza las reacciones de Noct ante su tacto, como había suspirado cuando había tomado su pezón con los labios y todo lo que ello implicaba.
Al tenerlo ante sí ahora de aquella forma contempló su pecho: aunque no era la primera vez que lo veía en aquella guisa, si que era la primera en que lo veía de diferente forma a la que miraría un simple amigo, ni siquiera cuando, hacía semanas, la temperatura en Lestallum había aumentado exponencialmente. Con la respiración acelerada, se acercó a él para saborear su pecho, deslizándose a uno de los pezones, que mordisqueo, encantado, queriendo repetir la escena.
El jadeo sorpresivo de Noct no tuvo precio alguno, haciendo que Prompto sonriera de forma lobuna, atacándole de nuevo. Se detuvo un buen rato en aquel, antes de pasar al otro y tironear de él con suavidad esta vez, recorriendo con sus manos la espalda de su amigo, sintiendo que la excitación aumentaba en ambos.
–Prompto… –Murmuró el príncipe, con la mirada perdida en el techo, completamente ruborizado y jadeante.
–¿Quieres que siga? –Preguntó el joven, sabiendo que tenía el control de la situación en aquel momento.
Noct respiró hondo, tardando unos segundos en contestar, intentando concentrarse.
–Si… sí…
Prompto ascendió, mordisqueando la curva de su cuello y, luego arribando al lóbulo de su oreja, tomándolo con los dientes. Noct se estremeció por el trato, mientras sus manos, ya algo más activas, ayudaban al joven a quitarle la molesta prenda de arriba, quedando en igualdad de condiciones.
Se separaron un instante, intentando respirar, analizándose. Estaban encendidos y un bulto sospechoso se percibía bajo los pantalones de ambos.
Prompto sonrió, mordiendo con su colmillo el labio inferior, y atacó de nuevo. No quería pensar en nada más, solo disfrutar del momento. Y por supuesto, lo haría.
Posó la mano en el costado de su amigo, hundiendo sus labios en su cuello, mordisqueándole. Noct soltó un resuello, dejándose hacer, mientras el rubio lo empujaba levemente para tumbarlo en la cama, poniéndose encima.
Se miraron un instante a los ojos con intensidad, volviendo a besarse casi de inmediato. Aquella vez fue de forma más lenta, disfrutando de la sensación, mientras ambos se restregaban contra el otro, sintiendo su protuberancia tocando una con otra, aun con la ropa puesta, haciéndoles jadear por el contacto.
Noct deslizó las palmas por la espalada de su amigo, metiendo las manos bajo el pantalón, instándole a que se acercara más, mucho más. Prompto entendió el mensaje, arrejuntándose como le pedía, mientras sus besos se escuchaban por el cuerpo de su amigo, formando ecos de intimidad.
Noct movió las manos, bajando hasta la correa. Prompto se apartó para dejarle hacer, expectante. Cuando la prenda quedo más suelta, se miraron brevemente, y Prompto se puso entre las piernas de su amigo, acariciando con el bóxer el cuerpo de Noct, que inevitablemente, se movía contra él sin poder contenerse, extasiado.
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Nuestra Historia.
FanfictionPrompto es un chico plebeyo y algo tímido, pero alegre y bromista. Noctis es un el príncipe y futuro rey de Lucis. Pero a pesar de ser tan diferentes son los mejores amigos... ¿O mucho más?