"¿Qué es esto?" Juanjo estaba parado guardando sus libros en el casillero pero fue interrumpido por la voz. Lo supo al instante y cerró el casillero mirando a Martin "¿qué?" Preguntó, no pudo evitar sentirse feliz de que Martin estuviera hablando con él por primera vez en días a pesar de que no era una conversación agradable. "esto" dijo Martín sosteniendo la sudadera "te dije que te la podías quedar" dijo Juanjo "si y te lo devolví dijo Martín sosteniendo la camiseta contra el pecho de Juanjo esperando que la tomara, pero no lo hizo. "No Martín, en realidad mandaste a Ruslana a devolverlo" dijo Juanjo. Martin suspiró y miró hacia abajo "al menos podrías haberlo devuelto tú mismo" dijo Juanjo en voz baja, lo que no pudo evitar que Martin se sintiera mal. "No pude verte", explicó Martin. Hubo un silencio entre los dos chicos. Ambos se extrañaron y lo decían con sus miradas. "Martin" dijo Juanjo, pero Martin volvió a mirar al suelo "por favor solo toma la sudadera" dijo Martin entregándosela y caminando por el pasillo hacia su salón de clases.
"¿Todo bien?" preguntó Ruslana mientras se sentaba en la silla al lado de ella "sí" suspiró "le devolví la sudadera a Juanjo" dijo y Ruslana supo cómo se sentía por el tono de su voz "lo extraño" agregó "señorita ¿Lo ves básicamente todos los días?", dijo. "Sí, pero no como antes, es diferente", dijo. Ruslana asintió y le acarició la espalda "aunque ahora tienes a Víctor", dijo tratando de animarlo. Martin dio una pequeña sonrisa "sí, y él es genial y todo, y no estoy diciendo que quiera que juanjo sea mi novio. Solo quiero que todo vuelva a ser como antes" él dijo. Antes de que Ruslana pudiera responder Abril empezó a hablar y empezó la clase.
Martin había estado viendo a Víctor un par de veces desde que regresaron de la casa de los padres de Denna. Él estaba feliz y se llevaban genial, sin embargo no podía evitar pensar a veces en Juanjo.
Sí, Juanjo le había causado un gran dolor pero los dos meses que habían sido mejores amigos fueron los mejores de la vida de Martin.
El grupo estaba sentado a la mesa para almorzar, Martín y Juanjo en los extremos opuestos, cada uno de ellos enfrascado en sus propias conversaciones. Martín recibió un mensaje de texto y sonrió, "está aquí", le dijo a Ruslana quien aplaudió emocionada. Martin se levantó saliendo de la cafetería "¿Qué está pasando?" Bea preguntó "Ya viene Víctor" dijo Ruslana llamando la atención del grupo y en concreto de Juanjo. Alvaro fue el unico que lo miro "una semana" articulo haciendo sonreír a ambos. Todos volvieron sus miradas a la puerta por donde entró Martin con el brazo de Víctor sobre su hombro mientras ambos reían. Se sentaron y todos lo saludaron, Ruslana y Chiara, con un beso en la mejilla. Juanjo solo podía suponer que Víctor y Martín se veían mucho desde que se habían vuelto tan cercanos. Juanjo siguió picoteando su comida, su apetito cuando los dos se sentaron. Juanjo se levantó, hizo contacto visual con Martín quien lo miró con cara de disculpa.
No era el objetivo de Martín restregárselo en la cara a Juanjo, estaba genuinamente feliz, o al menos eso se decía a sí mismo.
Juanjo decidió faltar a la última clase, después del almuerzo y al ver a Martín sintió como si le hubieran quitado toda la energía y no podía hacer otra cosa que tumbarse en su cama.
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Martin se había sentido un poco deprimido los últimos días y por eso Ruslana y chiara decidieron sacarlo, solo ellas tres. Se estaban arreglando en sus habitaciones mientras escuchaban música "¿estás seguro de que no deberíamos invitar al otros?" preguntó Martin mientras todos se reunían en la cocina "sí, esta noche es una noche de Maruski", dijo Ruslana besando la mejilla de Martin. Ruslana sirvió dos tragos y le entregó uno a Chiara "¿y el mío?" Preguntó Martín. Las dos chicas se miraron sorprendidas "¿quieres uno?" Chiara preguntó: "Creo que lo necesito", dijo Martin riendo. Ruslana sonrió y tomó otro vaso y le sirvió un trago también. aplauden sus copas y beben los tragos, todos haciendo una mueca de sabor. Era hora de irse y Martin agarró la botella de vodka al salir para poder beberla camino al club. Martin terminó bebiendo él mismo la mayor parte de la botella, sorprendiendo nuevamente a las dos chicas ya que casi nunca bebía. Entraron al club y la ruta habitual de Martin a la pista de baile fue reemplazada por una ruta al bar donde les pidió bebidas a todos. "Martin cariño, tranquilo" Ruslana triste riendo viendo a Martin tomar otro trago "creo que necesita esto" dijo Chiara "¿Qué?" Ruslana pidió "No sentir nada", dijo.
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De nada a todo
RomanceDonde Martin se muda con sus dos mejores amigas Ruslana y Chiara a Madrid para estudiar arte dramático. El tranquilo bohemio pronto se encuentra en medio de una ciudad ocupada donde hace amigos en el camino. Un chico en particular encuentra interés...