Chapter 6: The becoming

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Podríamos decir que la maldad no es solo la antítesis de la bondad; es un laberinto intrincado de decisiones que despojan el alma de su humanidad, transformando la conciencia en un campo de batalla entre lo correcto y lo malévolo.

Un golpe certero de un hacha se escuchó, un sonido repetitivo que provenía de aquel sótano, debido al ultimo golpe que dio con el arma, partió el hueso a la mitad, causando que la sangre que aun se mantenía fresca sobre aquella pierna le salpicara la cara pero sin importarle tanto siguió haciendo aquellos cortes certeros, cada pieza que cortaba era guardada con cuidado para que no se echaran a perder.

Cuando se cercioró que todo estuviera en orden, decidió salir del sótano dejando todo su equipo guardado, apagó la luz del lugar y cerró la puerta con llave, con una pequeña pieza de tela quitó de su rostro cualquier tipo de indicio de sangre y luego la quemó para no dejar evidencia alguna.

Llegando a la cocina, con su mano hizo girar un pequeño estante donde guardaba sus recetas y seleccionó la indicada, dentro de una sartén comenzó a preparar un delicioso desayuno, con sus expertas manos tomó uno de los filosos cuchillos que tenía en su cajón y comenzó a cortar en pequeñas tiras unas salchichas caceras que él mismo había preparado, estas cedían fácilmente ante el filo de aquel metal, cuando terminó de cocinar, lavó sus manos en el lavavajilla y la comida la echó con cuidado en una pequeña lonchera de cristal.

Dejó la lonchera a un lado y luego termino de guardar lo que había sobrado de las salchichas en una bolsa especial y lo echó en su refrigerador, aquel aparato estaba lleno de algunos de sus apetitosos trofeos, cuando todo estuvo todo listo, acomodó su traje y salió por la puerta principal de la mansión, una sonrisa se formó en su rostro, por primera vez en su vida, Hannibal estaba ansioso.

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-"¡Will, eres un inútil...no tienes idea de cuanto me arrepiento de haberte tenido!" - Escuchó esa voz cargada de desprecio haciendo que sus ojos se llenaran de lagrimas, agachó su rostro ante los gritos de aquella mujer que le había dado la vida, con su pequeña mano sujetó su pijama tratando de tranquilizarse pero no podía.

Sus suaves mejillas se teñían de un leve color rosa debido a sus lagrimas y la tristeza que sentía, lo que acarreó mas problemas para él, su madre le dio una fuerte bofetada haciendo que cayera al piso, su nariz comenzó a gotear pequeñas gotas de sangre haciendo que su pequeña nariz doliera mucho pero no dijo nada.

Todo lo que quería es que alguien se preocupara por él, que alguien entrara por esa la puerta y lo llevara lejos del dolor pero eso no pasaba, no a él, su madre pasó a un lado sin importarle lo que había hecho y lo dejó encerrado en aquella habitación oscura y con hambre.

Will trató de abrir sus ojos pero no podía, estaba sumergido en su subconsciente la cual lo tenía sumergido en breves recuerdos de su infancia, de su madre quien simplemente lo odiaba, recordándole día tras día lo mucho que lo odiaba.

Cuando abrió sus ojos y vio a su alrededor, todo estaba oscuro, no miraba a ninguno de sus perros, se levantó tratando de abrir la ventana y cuando lo hizo descubrió que esta lo había llevado al bosque, aun seguía atrapado en su sueño.

El sonido de pájaros huyendo despavoridos captaron su atención, quería saber el por qué estos huían, a la lejanía, detrás de un árbol logró divisar unos cuernos que se asomaban detrás de un árbol, caminó lentamente hasta que logró ver lo que había en ese lugar, un ciervo lo miraba fijamente mientras se sacudía las hojas del bosque que estaban sobre su pelaje, intentó acercarse mas pero no pudo, el ciervo se alejó lentamente de él.

Al momento de llegar al árbol donde estaba aquel animal, una sombra pasó rápidamente detrás del animal pero al sentir su presencia se detuvo, era una silueta oscura, un ser alto y majestuoso.

Moon River [Hannigram]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora