Moon River [Hannigram]

Chapter 9: The Obesssion

El sonido de un frenazo repentino se escuchó en la soledad de aquella carretera, las marcas de las llantas deslizándose quedaron grabadas en el asfalto de la autopista, un suspiro profundo salió de su boca, su corazón palpitaba fuertemente ante lo que acababa de experimentar, con sus ojos pudo ver como comenzó a salir humo por el capo del carro.

-"¡Mierda, mierda!"- repitió consecutivamente mientras estrellaba su puño contra el volante, con su mano derecha le dio vueltas a las llaves haciendo que el carro se apagara y luego salió lentamente por la puerta de su carro tomando consigo una lampara de mano que tenía en la parte de atrás de su auto.

El aire frío de la carretera golpeó contra su rostro haciendo que su piel se erizara por la corriente de aire, el sonido de los coyotes se escuchaban lejano del lugar pero aun así tenía que apurarse, el bosque estaba cerca y no quería toparse con uno de esos animales.

Cuando llegó a la parte delantera se asustó ya que pudo divisar el cuerpo sin vida de un siervo, este ya llevaba algo de tiempo muerto debido al hedor que se esparcía en el lugar, con su pie trató de empujar al animal fuera de la carretera, luego, su vista se dirigió hacia su auto, abrió el capo dejando salir el humo acumulado en el interior.

-"Realmente eres un idiota, Ray" - se habló así mismo mientras golpeaba la palma de su mano contra su frente, no debió de haberse quedado hasta tarde en esa fiesta, pensó.

Cuando todo el humo se esparció en el ambiente, cerró nuevamente el capo del carro, esperaba no tener problemas al encender su auto pero de pronto un vago recuerdo llegó a su mente -"¡Aah! ¡Maldito profesor Graham!" - murmuró con rabia golpeando con fuerza la parte delantera del auto provocando una abolladura.

Su sangre se calentaba del enojo que aun sentía, no después de haber sido prácticamente humillado por su profesor en clase, a pesar de que había hecho todo lo posible para completar su caso no pudo refutar su investigación la cual fue despedazada sin piedad por su docente, quería romperle la cara a golpes y sonrió tratando de imaginarse eso.

Sin más que pensar decidió encender el carro, entró y cuando giró la llave para encenderlo no pudo, el motor estaba ahogado, solo provocaba un sonido extraño, intentó dos veces más pero sin resultados, volvió a salir para revisar el aceite en el motor, cuando observó esa parte se pudo dar cuenta que no había aceite, su ceja se arqueó de incredulidad, con la luz de la lampara alumbró el asfalto de la carretera para poder divisar como el aceite estaba regado por toda la carretera.

Rápidamente tomó su celular en sus manos, su corazón comenzaba a acelerarse, estaba desesperado porque ya no sabía que hacer, su preocupación fue creciendo cuando pudo divisar con su oído como los aullidos de los coyotes se escuchaban cada vez más cerca.

-"Vamos...contesta" - llamó a su novia con su celular, el repique de la llamada se escuchaba pero no recibió respuesta, intentó dos, tres y una cuarta vez hasta que al final se escuchó el sonido de alguien detrás del teléfono - "¡Ah, por fin! Stephanie, estoy varado en la ruta 460 West, el maldito carro no enciende, necesito tu ayuda" - dijo mientras pasaba su mano por su cabello en tanto miraba por ambas direcciones para ver si venía algún otro conductor.

-"Ray...son las 3 de la madrugada ¡Dios!" - se escuchó la voz adormilada de la Omega.

-"Lo sé ¡Lo siento, cariño!" - sonrió al escucharla, de pronto sus ojos fueron iluminados por la luz de unos focos de un auto que se acercaba en donde estaba -"¡Si!" - dijo alegre ya que podría al menos conseguir que alguien lo llevara a alguna gasolinera cercana y ahí pasar la madrugada hasta que amaneciera -"viene alguien, cariño, tengo que irme, tu sigue durmiendo, te quiero ¡adiós!" - se despidió, colgó la llamada y guardó su teléfono en su bolsillo para ver como el carro que se aproximaba bajaba la velocidad y se orillaba a un lado de la carretera.