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La noche iba de maravilla para Mavi.

Luego de la cena, entre todos limpiamos la mesa para que quede todo ordenado. Con ayuda de Lautaro, Nicolas y Julián pudimos lavar rápido y guardar las cosas que ya no ibamos a utilizar.

-¿Pensas hablar con él ahora?.- me preguntó mi amiga, cuando los chicos abandonaron la cocina.

-Debería.- respondí mirando a través de la ventana como Leandro hablaba con Paulo y Rodrigo.- pero está con los chicos.

-Ya te los espanto.- dijo antes de salir por la puerta que daba al patio.

Observé todo a la distancia. Supe que era el momento cuando mi amiga se alejó con su futuro esposo y su amigo, dejando a Leandro solo. Suspiré con profunda ansiedad y caminé hacia el patio, pero al cruzar la puerta no lo ví. Lo busqué con la mirada pero no había nadie; todos estaban en el otro patio.

-Pero la puta madre.- susurré mientras comenzaba a caminar hacia dentro otra vez.

Cuando pasé por el pasillo oí un fuerte ruido, en ese momento pensé que eran los nenes que desde temprano corren por todos lados. Me adentré más en el pasillo y no pude ver nada, así que me quedé tranquila sabiendo que los nenes no habían hecho ninguna travesura.

Justo en el instante que iba a volver al patio, una de las puertas se abrió y de ella salieron dos personas, tonteando y besándose. Reprimí el enojo cuando vi que se trataba de Iara y Leandro.

-Amiga.- dijo sorprendida de verme ahí. Leandro se giró para verme.

-¿Amiga?.- preguntó confundido.- ¿son amigas?

-Desde hace años.- respondió y le acomodó el cuello de su camisa, cosa que provocó una alejania de parte del jugador.

-Perdón... no... no sabía que estaban acá.- traté de recuperar la voz.- escuché un ruido y pensé que eran los nenes.

-Tranqui, los chiquitos están afuera.- me dice Iara.

¿Por qué actúa con normalidad?

-Si...bueno, voy a volver.- pasé a un lado de ellos y borré la sonrisa que anteriormente había fingido.

Olvidé todo. Olvidé que tenía que hablar con él.

Me siento traicionada y realmente herida, no encuentro razón al dolor que estoy sintiendo. Solo tenía muchas preguntas y ninguna tenía respuestas, una de ellas es ¿desde cuándo Iara está con Leandro?.

Al salir de la casa, Mavi vino corriendo a mis brazos y aquello alivió un poco la emoción negativa que cargaba.

-Mami, Ciro va a casa con vos y yo.- afirmó.

-¿Si?.- ella respondió con un movimiento de cabeza.- ¿le pidió permiso a la madre?

-Dale mami.- Ciro empujaba a Antonela desde las rodillas.

-Para hijo.

-Anto, mi mamá quiere preguntar.- dice mi hija, señalándome.

Yo alcé mis cejas, sin entender lo que tramaban.

-Si usted le pregunta a mi mamá, ella me va a dejar ir.

-¿A dónde?.- preguntó la morena.

-A su casa.- dice Ciro.

-¡Ciro Messi! No podes invitarte a una casa.- lo retó y me dio ternura la cara de su hijo.

-Yo lo invité.- aclaró mi hija.

-Están locos ustedes.- dije refiriéndome a los nenes.

-Es raro igual, Ciro no socializa mucho con otros nenes o nenas.- me comentaba Antonela.- debo admitir que me encanta que tengan una linda relación.

Ocean Eyes. LEANDRO PAREDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora