DESTINADOS (carl Grimes)

³³

—chapter thirty-three—

—limpio—

Olivia

—buen día a ti también Judith—dije cuando la vi despierta

—la próxima vez que vallas a dormir en la cama que yo elegí para mí avísame, casi te aplasto a ti y a Judith en la noche—escuché a glenn quejandose en la cama de arriba

—lo siento—me senté y cargué a Judith, salí de la celda—que tal—salude a todos y me confundí cuando no vi a Rick, Carl ni a Michonne—a dónde fueron?

—A recolectar armas—dijo Carol y yo asentí con la cabeza

[...]

Cuando llegaron Carl trajo una cuna para Judith

—ponla en mi cuarto, al menos Beth descansará por un rato—dije y Beth asintió con agradecimiento, Carl la puso en mi celda y yo dejé ahí a Judith —parece que le gusta—sonrei y luego noté que Carl me estaba mirando—¿Qué pasa, tengo algo en la cara?

—no no es eso... Es que yo, te traje algo

—¿A mí?—pregunté

—si.. es, que, n-no es mucho pero—metio su mano al bolsillo trasero de su pantalón y sacó algo doblado, me lo extendió

—amm, okey—lo tomé y lo empecé a desdoblar, cuando por fin estaba desdoblado completamente vi una foto de Taylor swift, lo miré sorprendida y luego miré que abajo tenía un escrito con plumón que decía
"Oliv yo no sabía si te iba a gustar pero espero que sí ATT: CARL"

—yo sé que, no, no es- lo interrumpi con un abrazo

—gracias carl, me encantó—me alejé y le sonreí

—me alegra que te haya gustado, quería conseguirte el póster en lugar de esa foto del tamaño de la hoja, pero hubo un contratiempo con los caminantes—dijo y me sonrió

[...]

Se escuchaba solo el sonido de las armas recargandose

—carl, Oliv, vengan—glenn nos entregó unas armas para ir a dejarlas a otra parte de la prisión

—carl...—lo llamé

—¿Qué pasa?—pregunto

—si...—suspiré—si yo muero cuando el gobernador venga, prométeme que tu-

—no, no vas a morir—se detuvo y yo lo miré—no lo harás, te voy a cuidar

—debes prometer que vas a cuidar a Judith y a glenn, sobre todo a el, se que es... Complicado

Carl suspiro—esta bien, lo prometo—asentí con la cabeza y fuimos a dejar las armas

[...]

—hablé con el gobernador—dijo Rick, nos había convocado a una especie de reunión—el quiere la prisión, nos quiere ver muertos, a todos, pero no vamos a permitirlo

Se fue después a platicar con hershel

—wow, que plática más motivadora—dije sarcásticamente—creo que mi profesor de educación física daba mejores pláticas—glenn me dió una mala mirada y Daryl se rió—bieeen, me callo, iré a ver si Judith ya despertó—fui a mi celda y definitivamente la niña ya estaba despierta—hola tu—la cargué en mis brazos y busqué su biberón

—¿Estás ocupada?—preguntó Carl recargado en la puerta de mi celda

—un poco, ¿Pasa algo?

—queria ver si salíamos a caminar un momento—miró a Judith y se acercó

—¿Quieres sostenerla?—le pregunté y asintió, se la di y vimos como Merle subió las escaleras para las otras celdas

—ven, vallamos afuera, llevemos a Judith, tiene días que no sale al sol—salimos y nos sentamos en una de las bancas que había por ahí—si te cansas me dices y yo la cargaré—le sonreí y el asintió—por cierto, ¿Qué querías decirme?

—ah, yo, estuve hablando con Michonne el otro día, cuando fuimos al pueblo, y- yo, me hizo darme cuenta de algunas cosas—lo noté algo nervioso

—carl—lo interrumpí—¿Podemos ir directo al grano?—pedi y este asintió y suspiró nervioso

—Es que tú, me, me, Oliv tu... Me gustas, y yo no sé si te gusto o si no quieres tener nada conmigo o si quieres seguir siendo amigos y-yo te voy a esperar el tiempo que sea necesario—habló rápido

—carl, tu... Tu también me gustas—el se puso rojo y yo le sonreí

—E-entonces, ¿Me dejarías ser tu, tu novio?—preguntó nervioso

—mmmm lo voy a pensar—carl asintió algo apenado y yo me reí—es broma... Si Carl, si puedes ser mi novio—nos sonreímos y nos acercamos para darnos un beso, pero Judith comenzó a quejarse, de inmediato nos alejamos—creo que ya es hora de entrar, si no, el sol le hará daño—dije y el asintió, los dos estábamos rojos y nerviosos

—tienes razón—los dos entramos y quién de inmediato se dió cuenta de lo nerviosos que estábamos fue nada más y nada menos que Glenn y Rick, quienes estaban preparando trampas para los caminantes

—ustedes porque se ven rojos?—preguntó Rick burlándose

—¿D-de que hablas?—dije nerviosa con Judith en brazos

—¿Ahora resulta que tartamudeas?—preguntó glenn

—yo, me tengo, que ir a hacer, algo—carl se fue rápido y Rick y glenn me miraron raro

—creo que es hora de que Judith y yo también nos vallamos, chaaooo—me fui lo más rápido que pude para que no me detuvieran

[...]

Un rato después estaban matando la mayor cantidad de caminantes que se pudiera

—no hay manera—dijo Merle viendo por la ventana

—¿Qué?—le preguntó Carol

—nada, ¿Tenemos whisky?

—vete al diablo Merle—este se rió—estas con nosotros verdad?

—claro

—no me refiero a ocupar el mismo espacio—lo miró

—estoy aquí por mi hermano

—bien el está con nosotros—judith empezó a inquietarse, lo que significaba que había que cambiarle el pañal así que me fui a mi celda a cambiarla