Mala Sangre | por definir

Buena suerte chica

"Elige una estrella en el oscuro horizonte y sigue la luz, volverás, cuando todo termine"

Las palabras de mi madre, era lo ultimo que recordaba, su dulce voz llena de esperanza y emoción cada noche cantándome su canción.

Perdí la noción del tiempo, no supe cuanto había estado perdida en mis pensamientos mientras procesaba todo lo que acababa de pasar. No tuve otra alternativa sino que levantarme y volver a mi casa, La nieve me estaba quemando los pies, sentía el viento en mi cara , fuerte como aquellos que indican que agosto está cerca, que no tiene rumbo ni origen.

Solo pensaba en mi familia, y en como tendría que encontrar una solución en no dejarlos, mejor dicho, en volver.

Entrando en la aldea de la victoria alcance a ver unos guardias en mi casa, dos de ellos me observaron y empezaron a soñar las bocinas

- Queridos ciudadanos de Panem, hoy me dirijo a ustedes con un mensaje que concierne la seguridad y estabilidad de nuestra nación. Como presidente de Panem, es mi deber asegurar que se mantenga el orden y la justicia en todos los distritos.

No podía entender nada, ni el mensaje de Snow ni mucho menos el porque estos guardias estaban en mi casa, mi madre venía atrás de ellos junto con mi padre

- Recientemente, hemos recibido informes de que nuestra vencedora Dorotea Plinth ha intentado escapar de su distrito. Esta acción es un claro desafío a la autoridad del Capitolio y una falta a nuestras leyes - Las palabras de Snow eran tan frías, tan llenas de seguridad que aun no entendía con claridad, ¿escaparía?, ¿estos guardias estaban acá para cortarme la lengua y convertirme en un miserable avox? - Por lo tanto, he dado órdenes directas a las fuerzas de La Paz para capturar a Dorotea Plint y llevarla ante la justicia, como recordatorio para todos los ciudadanos de las consecuencias de desafiar al Capitolio, les pido a todos los habitantes de Panem que cooperen con las autoridades y reporten cualquier información de Dorotea Plinth. Juntos podemos mantener La Paz y el orden en nuestra amada nación. - Definitivamente me cortarían la lengua

Los guardias me tomaron de los brazos, el que me tomo del brazo derecho era el único que no tenía casco, tenía unos 45 o 50 años aproximadamente, era calvo y Yeni algunas cicatrices en la cabeza que parecían haber sido causadas por cirugías.

- ¡Ella no escapó!- Mi madre estaba desesperada, empezó a jalonear con los guardias tratando de quitar sus brazos los cuales me tenían atrapada

Al contrario de mi padre, este no hacía nada, solo me miraba con decepción

- Por favor podemos hablar como personas civilizadas, si tanto nos costó llegar hasta ser una nación llena de paz mínimo ustedes como los servidores de la nación deben dar un ejemplo - De alguna forma debería dejar a mi madre por fuera de esto

El guardia que estaba sosteniendo mi brazo derecho empezó a hacerlo a un con más fuerza,  como si aquello que hubiera dicho le hubiera indignado,  trate de sacarme pero esto solo causó me que apretara con más fuerza

- Tendremos que llevarla al Capitolio, lo que hizo fue una violación  a la ley - Dijo aquel guardia que tenía a mi izquierda

- Sin embargo si se sigue comportando como un animal de seguro te cortarán la lengua - El de la derecha me apretaba aún más el brazo mientras lo decía de forma burlesca

- Si no me dejan llevar a la chica tendré que llevármelos a ustedes también - Dijo el guardia que tenía a mi izquierda

- Haremos cualquier cosa, pero no permitiremos que se lleven a mi hija - mi padre hablo con tanta seguridad que los guardias que estaba llegando se fueron encima de él