Miseria

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En lo profundo del malestar hallé mi abrigo,
donde su abrazo meje la angustia y el castigo.

Poco entiendo del sufrir que me comprende,
quizás la vida sea el dolor que me envuelve y tiende,
y el bienestar, una ilusión que se desvanece.

Quizás el dolor abarque todo con su sombra,
y las conjeturas efímeras sean vanas obra,
de un tiempo que devora con su vasto absurdo.

Una lágrima etérea delira en el silencio,
gritando que algo se perdió en el vacío inmenso.

La paz y la calma son extrañas a mi ser,
quizás no las deseo,
A veces, añoro el dolor que me acompaña,
pues la miseria ha forjado mi alma y mi entraña.

Melancolía Nocturna: Versos de un Corazón InquietoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora