Extra

3.1K 214 11
                                        

Bakugo miraba impaciente su móvil en la entrada de su casa.
Habían quedado con sus amigos y familiares para darles una gran noticia, pero su pareja no aparecía y ya iban tarde.

-¡Deku tenemos que irnos ya!

-¡Ya voy! ¡Ya voy!

-¡Papá!

-Ven aquí pequeña. Parece que tú madre y tú hermano aún van a tardar un poco- dijo mientras cargaba a su hija en brazos.

-Ya estamos listos Kacchan.

Deku aprecio por el pasillo mientras tenía de la mano a su hijo mayor.

-¿Izumi ya está lista?

-Pues claro que lo está, llevamos esperando media hora.

-No seas exagerado Kacchan, solo tardamos un poco. Es que Haru quería ponerse tú camiseta de héroe pero no la encontrabamos- dijo Deku mientras se acercaba a darle un beso a su pareja y acto seguido a su hija.

Izumi era una niña muy revoltosa con tan solo un año de edad.
Había adquirido el cabello verde y esponjoso de su madre, pero al igual que su padre y su hermano poseía los característicos ojos rojos de los Bakugo.
Izumi era muy pequeña, pero era evidente que había obtenido el carácter de su padre.

Una vez estuvieron todos listos se encaminaron hacia un merendero en donde habían quedado con sus amigos.

Cuando llegaron ya estában allí casi todos los demás. Haru fue corriendo a saludar a sus abuelos mientras Kacchan y Deku se acercaban a sus amigos.
Estaban Ochako, Iida, Mina, Sero, Jirou, Momo y Todoroki, junto a sus dos hijos.

Estos dos habían empezado a salir hace unos cuantos años y actualmente tenían dos hijos gemelos de tres años: Shoyo y Rei.

Poco después llegaron Kirishima y Denki junto a su hija Kaito.
Kaito era una pequeña revoltosa de cuatro años y, a pesar de tener un año menos que Haru, era su mejor amiga. Por lo que en cuanto llegaron fue corriendo a su encuentro.

Todos comieron tranquilamente mientras charlaban y se ponían al día.
Una vez acabaron, los niños se fueron a jugar al parque que había en el merendero, mientras los adultos se quedaron hablando.

-¿Y bien? ¿Que era aquello tan importante que nos queríais decir?

-Bueno, pues... Kacchan y yo nos vamos a casar.

-¡Eso es genial!

-¡Estupendo!

-¡Felicidades a los dos!

Todos los presentes expresaron su alegría acerca del compromiso y felicitaron a los prometidos.

-Y... ¿Quién se declaró?

-Yo- dijo Kacchan orgulloso con una gran sonrisa en la cara- Ya hemos estado demasiado tiempo separados y no voy a dejar que vuelva a ocurrir. A partir de ahora Deku es mío.

Todos se pusieron a festejar, felices. Los padres de Bakugo y la madre de Izuku se acercaron a ellos para darles la enhorabuena y darles un fuerte abrazo a ambos.

Un rato después todos habían vuelto a lo suyo. La gente hablaba tranquilamente en grupitos, así que Katsuki decidió que ese sería un buen momento.

-Kirishima, ¿Podemos hablar a solas?

-Claro bro.

Ambos se separaron un poco del resto para poder hablar tranquilamente. Mientras tanto un peliverde les observaba sonriente. Ya sabía lo que quería hacer Kacchan y no quería perderse la expresión del otro.

-¿De que querías hablar?

-Mira tú siempre has estado ahí para nosotros. No sabes cuánto te agradezco que cuidases de Izuku y de Haru mientras yo no estaba. Se que ya te había dicho esto, pero eres un amigo de verdad.
Por eso me preguntaba si te gustaría ser mi padrino de bodas.

Kirishima estaba llorando a moco tendido. El rubio cenizo no solía ser cariñoso y eso le había pillado desprevenido. No podía estar más feliz, así que se lanzó hacia su amigo envolviéndolo en un fuerte abrazo.

-¡Claro que sí Bro! ¡Me encantaría ser tu padrino!

-Vale, vale, pero quitate de encima.

Hablaron un poco más y luego cada uno se fue por su lado.
Katsuki se acercó a su pareja y le envolvió en un abrazo.

-Veo que le ha gustado la sorpresa.

-Eso parece.

Deku le dio un beso a su prometido y ambos se quedaron mirándose a los ojos.

-¿Sabes? No cambiaría esto por nada.

-Yo tampoco Kacchan. Me encanta nuestra vida.

-A mi también. Nuestros cachorros son los mejores y tú también lo eres.

-Y también tenemos unos amigos geniales.

-Supongo que esos extras no están mal del todo.

Deku se rió mientras volvía a mirar a su pareja.

-Al final todo salió bien, ¿Verdad, Kacchan?

-Todo salió perfecto nerd. No puedo esperar a casarme contigo.

Ambos se unieron en otro beso y, cuando se separaron Katsuki abrazo a su pareja mientras ambos observaban a todos sus seres queridos.

Estaban deseando ver qué les depararía la vida a partir de ahora. No podían esperar para afrontar lo que viniese juntos.

FIN

Embarazo sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora