DUOLOGÍA ; Inefable

cuatro ; héctor fort

Lía Castilla

16/8/2023

— ¡Ava! — le grité.

¡La cacho puta se estaba llevando mi pintalabios rojo!

— ¡Ahora te lo doy Lía!

Termine de ponerme el rímel y me fijé el maquillaje.

Nos íbamos de fiesta.

— ¿Estás ya? — le pregunté a mi hermana asomándome a la puerta de su habitación.

— Si cariño — me contestó cogiendo su bolso.

Entré en el baño y me eché colonia para oler bien.

Cogí el coche y fuimos hasta la discoteca.

Nada más entrar, fuimos a la barra a por cubatas, tampoco quería pasarme de copas, que tenía qué conducir.

Y cuando me quise dar cuenta, mi hermana ya había desaparecido entre la multitud.

A mi hermana le encantan las fiestas dios mío.

Me senté sola en una silla enfrente de la pista con mi vaso de roncola mirando hacía todos lados.

— ¿Estás bien? — me preguntó una voz masculina.

Mire hacía arriba y casi escupo el líquido que tenía en la boca.

Juraría que era aquel chico de la playa que ví hace 5 años justo un 16 de agosto tal y como es hoy, día 16 de agosto.

— Emm... sí. ¿Por?

— No sé, te he visto sola y me ha dado cosa verte así sola en la discoteca.

— A pues tranquilo, estoy bien, mi hermana está por ahí bailando y bebiendo.

— ¿Quieres que me quede contigo, Lía? — me preguntó.

Me quede hipnotizada, sin saber cómo reaccionar.

¿Como se sabía mi nombre!

— ¿Perdón? ¿Como sabes que me llamo Lía?

— Tienes un collar con tu nombre — se rió y yo suspiré de tranquilidad, la cual duró poco. — Y también porque fuiste mi primer beso.