Año 53 D.C.D., otoño

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La tormenta era fuerte en las mareas del Mar del viaje. La lluvia azotaba a Lorgan como látigos y el viente era como si intentara alejarlo del timón. Pero el clima no le detendría de volver a encontrarse con su amada.

Unas semanas después del funeral que él mismo organizó a Lady Jassey empezó a investigar para ahogar sus penas junto al alcohol y se encontró con un registro que le dio una idea. Era un registro de la Guerra de las Islas, en donde decía que un batallón vio a un grupo de guilameses, los salvajes que invadieron las Islas, practicar un ritual para intentar revivir a los muertos. Aquel registro fue el que dictaminó las acciones que tomaría los días en adelante.

Hacía un día, por la noche, robó un barco del puerto, matando a un par de guardias que intentaban devolverlo al castillo. Desapareció de la orilla en dirección al Viejo continente con esperanzas de encontrar una tribu guilamesa y así que le enseñaran el ritual para revivir a los muertos. Esa era la única forma que tenía de volver a ver a su amada Jassey.

El clima empeoraba por momentos: el barco no paraba de agitarse de arriba a abajo, la cubierta estaba tan empapada que Lorgan se resbalaba en más de una ocasión, dañándose las rodillas. El viento lo empujaba lejos del timón y, de su fuerza, a veces cambiaba el rumbo del barco.

- ¡¿Por qué me hacéis esto, Padres?! ¡¿Acaso no queréis que me reencuentre con mi amada?! ¡Si es eso lo que pretendéis os advierto de que no funcionará! ¡Volveré con Jassey aunque sea lo último que haga, ¿me oís?! ¡Vuestra divinidad no logrará frustrar mi misión! ¡Os desafío!

El viento azotaba con fuerza cada vez más, provocando que, con el resbaloso suelo de madera, se cayera y fuera empujado hacia la pared del camarote del capitán. El fuerte golpe de su espalda fue muy doloroso, incluso provocó que tosiera algo de sangre. Sin embargo, eso no le frenó. El amor por Jassey era más fuerte que cualquier sufrimiento.

Con gran esfuerzo y concentración, se puso nuevamente en pie y avanzó al timón, resbalándose y cayendo una y otra vez al suelo. Sin rendirse.

Cuando finalmente logró llegar al timón, presenció una gran ola que avanzaba de cara al barco. Intentó cambiar de dirección, pero el viento era más fuerte. La ola chocó contra el barco y lo destrozó, provocando que Lorgan saliera disparado al mar.

Intentó agarrarse a algo para no ser arrastrado por la marea, logrando subir a unas tablas que se desprendieron del barco. Intentó con todo su esfuerzo enderezarse para lograr continuar con su viaje, pero las mareas lo empujaron contra una roca.

- ¡No no no no no no no! -Repitió Lorgan antes de darse en la cabeza con la roca.

Lorgan despertó con la luz del sol en sus ojos, con dos sombras a los lados. Cuando entró en sí y miró a su alrededor vio que estaba en el bote de dos pescadores que lo rescataron. Lorgan miró al cielo, con una expresión de parecer romper a llorar en cualquier momento. Aceptó su fracaso. Aceptó la victoria de los Padres frente a su deseo de reencontrarse con Jassey. Aceptó que nunca jamás volvería a ver a su amada. En ese momento, junto a los últimos atisbos de esperanza, murió una parte de Lorgan.

La Elegía de CosdorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora