i'm sorry

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-¿Qué? -Riki se quedó quieto sin saber que hacer solo observando a las personas que lo rodean.

Habían cuatro personas en frente, una al lado izquierdo y la que está agarrando su muñeca.

-¿Qué pasó? ¿Te comió la lengua el gato? -habla uno el cual tiene los ojos como bambi, color café obscuro y pelo color morado.

-Yo creo que sí -ahora uno de pelo negro y lunares en la cara habla.

Todos estaban observando a Riki y él los observaba de vuelta. Estaba inmóvil procesando todo lo que está pasando, en su mente había distintas preguntas como: ¿Quienes eran?¿La casa no estaba abandonada?¿Por qué nadie los habian visto? Y la más importante ¿A qué se refieren con pertenecer?

-Disculpen -empieza a hablar Riki con nerviosismo- ¿Quienes son?

-¿Nosotros? -dice uno de pelo café obscuro y mandíbula muy marcada- digamos que unos chicos normales, viviendo en su casa relajados, que por cierto a sido invadida por dos chiquillos curiosos -termino de decir acercándose más a Riki, lo cual causo que el rubio tragara seco.

-Lo siento, no sabía que alguien vivía aquí.

-obviamente no vas a saber -habla el de mejillas chubby- ¿te contamos una historia? -Riki solo asintió por el miedo que recorría en su cuerpo.

-Veras -dijo ahora uno de ojos gatunos- hace un tiempo aquí vivía una familia mamá, papá e hijos, muy felices por cierto. Ellos habían salido de viaje pero en el camino los papás sufrieron un accidente, un asalto, causado por otra familia de bajos recursos, los cuales sentían celos y envidia por todo lo que no tenían. Los dueños del vehículo fueron asesinados a mano fría dejando huérfanos a seis niños. -su voz empezó a sonar más dura y grave- aunque digamos que ahora ellos están bien.

Riki no sabía si podía decir algo, los ojos de todos le causaban miedo por lo obscuro que parecían.

-¿Y dónde se encuentran ahora ellos? -pregunto con miedo.

-¿Quienes, Riki? -dice el que tiene agarrada su muñeca.

-Los-los niños -dice con nerviosismo ya que él no les habia dicho su nombre, aunque probablemente lo escucharon de la boca de Taki.

Taki, su amigo sigue afuera probablemente esperándolo y espantado ¿Habrá ido por ayuda?

-Escaparon antes de que a ellos igual les pase algo -una voz lo saca de sus pensamientos- se adentraron a un bosque y caminaron por dos días hasta llegar a su casa. Cómo tenían miedo se escabulleron para poder entrar a ella y que nadie los vea. Al principio fue difícil que no los descubrieran, luego a la gente se le fue olvidando y ya no le prestaban atención a aquella historia. La casa donde ellos habitaban solo les pertenecía a ellos, se supieron mantener en las sombras y que nadie los reconozca, era muy tranquilo para ellos, hasta que un día dos niños se les ocurrió entrar y agarrar sus cosas -dejo de hablar y estaba claro para Riki, ellos eran los niños de la historia y los últimos mencionados eran él y su amigo.

-Lo siento mucho, por favor déjenme ir. Les prometo que no se lo voy a decir a nadie -dice con súplica.

-Claro que no se lo vas a decir a nadie, cariño -dice el de lunares- porque no te vamos a dejar salir.

-No, no, no, por favor déjenme ir con mi amigo, con mi familia, por favor -hablo más rápido Riki sintiendo su muñeca con una opresión más fuerte.

-Dejanos pensarlo, dime ¿cómo te llamas? -Riki voltea su cara hacia el que habló.

-Riki, Nishimura Riki -dice el rubio.

Al decir su apellido las caras de los demás cambian por completo a unas más sombrias. Riki no entendía que pasaba pero eso lo estaba espantando más.

-Nishimura Riki -repite el de pelo morado.

-Sí -dice con duda.

-Creo que nos va a servir de algo -le dice a los demás.

-¿De qué hablas? -pregunta con miedo.

-¿Sabes quienes fueron los que mataron a nuestros papás?

Riki obviamente no lo iba a saber, así que alzó la ceja en forma de pregunta. Aunque por la cara del que pregunto él ya podía sospechar que podía decir.

-No, ustedes están mintiendo o estan confundidos, déjenme salir -El rubio ya no tenía miedo, estaba frustrado por no poder liberarse y porque esas personas difamaban a su familia a su punto de vista.

-¿Quieres otra historia? -dijo el único que se había quedado callado todo el rato.

-No, ya no quiero más historias y mentiras -dice Riki con enojo- quiero irme de aquí. Ya les pedí disculpas por entrar sin permiso, ahora me quiero ir.

Riki solo se removía ya que la presión en su muñeca no lo dejaba poder huir.

-Veras, vamos a hablar de tu familia -dice el mismo chico ignorando el revoloteo del chico- la familia Nishimura se puede decir que no eran o son buena gente, hacían maldades, robaban, deseaban el mal, mataban a gente inocente -esto último lo dijo con una voz más elevada- no les importaban a quienes les hacían daño, solo les importaba sus vidas y recursos -Riki observo los ojos de aquel chico conectando sus miradas- Aunque un día ellos no tuvieron lo mismos que en unos inicios, cayeron en la pobreza, no sabían que hacer y seguían robando para sobrevivir. Ellos se enteraron de un viaje, uno importante donde iban a tener la oportunidad de recuperar parte de su fortuna, solamente tenían que hacer unas cosas para lograr eso y, ¿sabes qué era? -le pregunto a Riki a lo que él no respondió-Vamos, Riki. Dime que era.

-Asesinato -dice Riki bajito.

-¿Por parte de quién, cariño?

-De mi familia hacia la suya -dice aún más bajo- pero eso no es verdad -alza la voz- puede que estén confundidos, ellos nunca harían nada de eso, no son así -empezó a bajar la voz.
La cara de los otros seis chicos era de incredulidad y gracia.

-No confíes en nadie, cielo -dice el de ojos gatunos- te aseguro que todo es real.

Riki no lo podía creer, su cabeza dolió y daba vueltas. Estaba desesperado, seguía teniendo miedo, no sabía que hacer. Empezó a ver borroso y obscuro, cayendo en el frío suelo.