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Otro Viernes.
Otra consulta.
Ya andaba de mal humor porque el niño o niña que se agarraba de la mano de mi hermana nos había acompañado hasta la consulta.
Pase mi brazo a través de la rejas y toque el timbre, me cruce de brazos y me apoye contra la pared de concreto.
No soportaba la idea de que mi hermana, mi propia hermana, estuviera de pareja.
Frunci el ceño y mire al anillado o anillada, percibió mi mirada y lo único que hizo fue sonreirme. En aquel momento pude haber sentido la bronca más fuerte que pude haber tenido en mi vida.
Mercurio apareció rápido y salió a abrirnos la puerta con rejas, nos dejó pasar con una sonrisa brillante.
Ojalá y pudiera arrancarle la cabeza de un solo golpe.
Me acerque a la puerta del consultorio y entre, me senté en la silla un poco más calmado que las veces anteriores. Mercurio entró e inmediatamente se sentó en su silla correspondiente.
—¡Hola Luna! ¿Cómo te encuentras? —pregunto con una sonrisa mientras abría su cuaderno y anotaba algo, probablemente de la consulta anterior a esta.
—Más o menos...
—¿Por qué? —pregunto de inmediato, seguía mirando su cuaderno altamente concentrado en escribir algo en una letra ilegible.
Me moví incómodo sobre la silla, realmente no quería contarle... Estoy aquí en contra de mi voluntad porque mi hermana me está obligado a venir, además de que no le tengo suficiente confianza al tipo que tengo enfrente.
Mercurio dejó de lado su cuaderno y volvio su mirada hacia mi, inclinó la cabeza y relamio sus labios varias veces.
—¿Luna? ¿Ocurre algo?
Me sentí aún peor, era bastante obvio para el y para otras personas que algo me estaba molestando, pero no quería admitirlo...
Tome una gran bocanada de aire y decidí sincerarme un poco, pues Mercurio estaba allí para escucharme, ¿no es así...?
—Yo... Umm... —dude mínimamente en decirle, se de algunos psicólogos que no respetan el trato de confidencialidad que hay. Y sinceramente me daba miedo que el no lo respetara. —Eh... Yo... Odio que mi hermana... Uh...
—¿Tenga pareja? —dijo mientras acercaba su mano al cuaderno otra vez.
—Si —sentí como el rubor se extendía por todo mi rostro.
El abrió su cuaderno y anotó algo un poco demasiado largo, luego junto las dos tapas de este y lo dejó a un lado.
—¿Y puedo saber por qué?
—Tengo miedo de que le hagan algo, o que nunca más pueda verla...
El se quedó en silencio un corto rato, antes de suspirar y hablar.
—Bueno, tienes que saber que tu hermana tiene todo el derecho de estar en un relación sería o no, y aunque es entendible que la quieras mucho, no es justificación de que tengas que ser posesivo con ella.
Auch. Eso fue una verdad, pero muy cruel.
—Además, sabiendo lo atento que eres con ella lo más probable es que te des cuenta de que su pareja le está haciendo algo. Hasta ahora, ¿has percibido algo en ella? ¿Algún malestar?
Me quedé sumido en mis pensamientos, no había notado nada raro en ella, ni un rasguño o perturbación en cada centímetro y fibra de mi hermana. Siempre la notaba contenta y salía a menudo con Urano, Tierra siempre están contenta con el o ella.
Me vale un comino sus pronombres. Le seguiré diciendo el de todas formas.
—No.
—¿Entonces? No hay una razón para ser posesivo, esta bien que la protejas, pero no hasta el punto de odiar a quienes son cercanos a ella. Al menos has el esfuerzo de conocerlos mejor y no deducir al segundo que son la maldad pura.
Sentí un poco de bronca de que el tuviera la razón, honestamente sentí un poco más de odio hacia el.
Y no pude soportarlo más, debía decirle que me caía mal, cuanto temía de que el estuviera atraído por mi hermana y que pudiera hacerle algo para poder alejarla de mí y los demás.
—¿Sabes? Me caes mal.
El me miro un poco sorprendido pero antes de que el pudiera refutarme yo hable primero.
—Odio la idea de que probablemente te guste mi hermana, que puedas alejarla de mí y hacerle daño, que seas un maldito enfermo tóxico.
Suspire, no quería especificarlo mucho porque uno de mis dones era hacer sentir mal a la gente con palabras crudas y supuestamente honestas viniendo de mi ser.
El me miro incrédulo.
Se llevó una mano a la boca y se aguanto la risa, ¿qué? ¿Acaso era gracioso? ¿Es gracioso?
—Supongo que todo lo que te dije te entró por un oído y se te salió por el otro, a mí no me gusta tu hermana... Ella es una mujer y yo no siento atracción hacía ellas.
¿El era Gay? Oh, mala mia...
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Nota de la Autora.
Hssksnja no me acuerdo si venía los miércoles o los viernes a la consulta el Luna lolll
Por fin actualice después de tanto tiempo kssnddj
Estaba demasiado cansada pero hoy me tome el tiempo de escribirles un capítulo de más de 800 palabras para q disfruten
Chauuu cuídense y coman milanesa de carne con 8 litros de Limón 🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋🍋
