Después de estar sentados casi una hora Edgar sale con una carpeta en sus manos, junto con él sale Liliana, la chica del patio, ella y Edgar son compañeros de cuarto y la verdad queda bien.
— el director ya me dió la carpeta, y los cuatro vamos a trabajar en el jardín pequeño que está a cinco pasillos de aquí.
— la verdad es mejor que el estudio de arte.— dice Liliana en lo que cierra la puerta.
— y que aremos en ese jardín?
— pues mantenimiento Fernando.
— creo que las flores no son lo mío pero prefiero eso que trabajar en el jardín del patio, allá hay puro lodo y agua en el suelo.
— ya sé, Owen, es asqueroso ese jardín.
— bueno chicos vamos al jardín para ver qué haremos.
Liliana parece ser la más emocionada en esto pero Edgar solo pone su cara de diabético deprimido.
Llegamos al jardín y al abrir la puerta avía muchas flores y más que nada rosas, la verdad también avía variedad de frutas y árboles, el techo de cristal como los otros cuatro jardines.
En una de las paredes unas florecitas amarillas crecen entre las grietas, a mi madre solía gustarle eso y a Leonardo le encantaban los tulipanes.
De verdad sigo creyendo que el aún me espera en aquella esquina?
Lo único de recuerdos que quedan son los lugares donde estuvimos, es lo único que queda de nosotros, el era mi mejor amigo.
Fernando agarra una pala y se pone a sacar las piedras enterradas para dejar plano el jardín, Liliana saca su cuaderno y hace notas de las plantas, y Edgar solo trata de no maltratar alguna flor.
En unas horas sería de noche y entiendo que Edgar querrá irse pronto, siempre hace eso, cómo si lo conociera realmente, ya que apenas lo conozco desde hace casi una semana.
Liliana grita cuando pisa el barro y Edgar se resbala.
Fernando solo nos mira preocupando por lo que hacemos.Ya era el atardecer y los cristales del techo estaban bañandos por el color naranja y amarillo, el jardín se veía bien con el atardecer, me encanta el atardecer, pero casi todos los días está nublado cosa que me agrada también.
— bueno ya terminé, los veo mañana.— dice Edgar y Liliana se despide, los dos se van y solo quedamos Fernando y yo en el jardín.
Fernando deja las cajas con semillas en su lugar y su pecho estaba sudoroso como él mismo, solo traía puesto una camiseta y después me mira a los ojos.
— supongo que Edgar tiene cosas que hacer.
— supongo.
— puedo?
— que cosa?
Fernando me agarra la barbilla y me besa, después vuelve a verme y solo sonríe.
— Owen, vámonos yá.
— ta bueno pues.
Fer abre la puerta y me deja pasar, los pasillos estaban todavía ilusionados pero no había nadie, todavía no, me gusta pensar que será una buena noche, quiero creer y eso voy a creer hasta mañana.
Fernando se rasca el abdomen y se detiene un momento solo por una moneda de centavo en el suelo, quién carajos recoje una moneda de centavo, yo nunca lo hago, o sería yo el único extraño por aquí?
Quien sabe, tal vez Fernando le importa un carajo sea cuál sea la moneda, todas valen algo. Sin importar la cantidad, valen algo..
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el silencio
Short StoryFecha de publicación: 21 de junio 2024 Owen es un chico de preparatoria que vive en una escuela donde el clima nublado es demasiado normal, el y Fernando se conocen poco a poco y llegan a tener una conexión que los une a algo más de amigos y compañe...