¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El último día llegó. Al despertar Lisa le dió, como era de costumbre a estas alturas, a JungKook su batido de frutas con el supresor triturado. El omega estaba ¿Normal? Había despertado bien y no la perseguía por todo el departamento, claro que aroma seguía por todo el lugar. Pero el omega estaba más tranquilo como en el primer día.
Lisa llegó a pensar que Jennie le mintió o exagero respecto al último día de celos pero todo tuvo sentido cuando llegó la tarde. JungKook volaba de fiebre y cólicos, su rostro se encontraba lleno de lágrimas debido al dolor de su celo.
La alfa no sabía que hacer ya probó de todo y nada funcionaba como mimos o paños fríos para la fiebre y parecia que los supresores ya no le hacian efecto. Estaba jodidamente desesperada y sentía que iba a llorar junto al omega de la angustia.
- Alfa... - lloriqueo el menor tomándola del brazo - duele.
Los ojos de el omega estaban dilatados, su entrada paraba de crear lubricante manchando su ropa interior, lágrimas rodaban por sus mejillas debido al insoportable dolor. Quería a su alfa, quería que lo ayude con el dolor, quería que le diera cariño y sentirse protegido en sus brazos.
Lisa lo sabía, sabía lo que JungKook quería pues su lobo exigía lo mismo. Quería a su omega, quería ayudarlo y protegerlo, pero no podía, no quería hacerlo con el pelinegro en ese estado. Joder, no, no podía.
- Kook... No puedo, no quiero hacerlo si tú no estás en tus sentidos - murmura tomándolo delicadamente de los hombros.
- ¿Alfa no quiere omega-murmura con tristeza. Su omega se sentía rechazado.
Lisa debía admitir que esa era la frase mas larga que JungKook dijo en todos su celo.
- No, no cosita. Alfa si quiere a omega, alfa quiere mucho a omega - aclara acariciando sus mejillas-pero... No quiero cometer un error y que... Me termines odiando. No soportaría perderte, JungKook.
El omega pestañeo un par de veces quedándose callado unos segundos, se acercó más a la alfa acariciando su barbilla y labio inferior dulcemente.
- Nunca, mia.
Murmura antes de juntar sus labios, lisa soltó un suspiro y simplemente se dejó guiar por el menor, abriendo sus piernas y colocándose arriba de el. El pelinegro llevo sus manitos hacia la espalda de la más baja y las metió por debajo de su camisa, acariciando su suave piel canela y metiendo su lengua en su boca intensificando más el beso. Arqueo levemente la espalda cuando sus glúteos fueron apretados y masajeados al antojo de la mayor.
Se separaron con un pequeño chasquido, los labios de ambos se encontraban hinchados y algo húmedos. Lisa acaricia con cariño la piel del menor antes de hablar.
-¿Seguro que quieres que lo haga, cosita.
Al recibir un asentimiento del contrario se separó para sostenerse de sus rodillas y quitar su camisa quitándole el aliento a la mayor, estiró su brazo hasta la mesa de noche y sacó un preservativo, ahora entendía el mensaje de Jennie de esta mañana. Mientras se encargaba de besuquear su cuello deslizaba el short y su ropa interior dejándolo desnudo debajo suyo, el omega estaba demasiado húmedo por lo tanto no fue muy difícil introducir el primer dedo.
